El domingo se celebró la 24a marxa de Sant Pau en Sant Pol de Mar, mi pueblo. Lo que empezó como una pequeña excursión por los alrededores del Sant Pol, se ha acabado convirtiendo, con el tiempo, en un símbolo del pueblo. Todos los años, en el domingo siguiente a la festividad de Sant Pau, llega la marxa.
La marxa consiste en una vuelta de unos 15kms por los alrededores de Sant Pol: Sant Cebrià, Sant Iscle, Calella, Canet... Se recorren caminos boscosos, parajes singulares de la Serra del Monegre i Corredor. Se puede hacer corriendo, pero la mayoría de la gente la hace andando. ¿Quién tiene prisa cuando sale al monte?
No recuerdo la última vez que participé. Siempre me ha pillado fuera de casa y todos los años me digo que será el último. Quizá el año siguiente... Pero este año me habría gustado especialmente. Joana, con algo más de 2 años y medio, ha participado por primera vez.
Por la tarde, hablé con ella por el Skype. Me dijo que no se cansó pero que anduvo muuuucho. "¿Y al terminar que te dieron?", le pregunté. "Un bocadillo de butifarra".
¿Y era muy grande?
Así, me dijo mientras separaba una mano de la otra tanto como le permitían sus brazos. Pero lo que más le gustó fueron los avituallamientos: puntos estratégicos en los que se ofrecen naranjas, manzanas, melones, azúcar (esto precisamente le encantó) y agua. A veces, incluso hay un purró: un botijo de cerámica que contiene vino y requiere experiencia para beber de él.
En ésto consiste la Marxa de Sant Pau, en una festividad del pueblo, una excursión en familia por los bonitos alrededores boscosos y por las calles de Sant Pol, amenizadas con vino y frutas y culminada con un bocadillo de pa amb tomaca y butifarra.
Estáis todos invitados a venir el año que viene. Espero participar de nuevo.