lunes, 28 de junio de 2010

Pentacampeones en Francia


Las rivalidades con el país vecino siempre han creado afición. Todos los españoles sabemos que los franceses son muy franceses y no les sienta demasiado bien que les ganen (y mucho menos en su propia casa).


Induráin fue un pionero y después llegó Nadal; ahora se les ha unido Marcel Zamora con su quinta victoria consecutiva en el IronMan de Niza, con récord incluido (8h25'28") y una maratón final en 2h42'00". Felicidades, Marcel.


PD: Y seguimos sumando porque Kilian Jornet ya lleva dos UTMB.

jueves, 24 de junio de 2010

El autobús de Iten


Hace años, según me contaba Pablo Villalobos, un anuncio de Nike utilizaba alguna región alta de Kenia para hacer publicidad. Algún turista, en una zona rural, preguntaba al paisano a qué hora pasaba el autobús; y el paisano, viendo polvareda a lo lejos, contestaba que estaba al llegar.



La polvareda la creaba un pelotón de corredores que ocupaban toda la calzada y que, ciertamente, parecía un autobús. Y el sábado pasado yo me monté en ese autobús.



A las 5:40 de la mañana del sábado me sonó el despertador (estaba durmiendo en uno de los únicos alojamientos baratos de Iten por 500KSh la noche). Visita al baño, pantalón corto y camiseta aunque a esa hora todavía hace frío y a esperar el autobús. El autobús arrancó a las 6:10 en dirección a Tambach, por la carretera general y, ciertamente, ocupando toda la calzada. El sol quería asomarse pero las nubes bajas del fondo del valle del Kerio se lo impedían; en el pueblo había calma y sólo se escuchaban nuestras pisadas alejándose poco a poco de la zona habitada. Aunque estábamos a 2200m sobre el nivel del mar y recién levantados, la carretera descendía tanto que el primer 10.000 salió a 38'19" (y mi pulso medio en 126, madre mía que fino me estoy poniendo).



Pero ahí se acabó lo bueno. Llevábamos algunos kilómetros fuera de la carretera y las lluvias del viernes habían embarrado todo el trazado; además, empezaron las cuestas y las hostilidades. Sin atacar siquiera, los kenianos suben las cuestas mucho mejor que yo y me descolgué (bueno, nos descolgamos todos de todos, cada uno a su ritmo y yo pensando si no me iba a perder). El sol consiguió asomarse por encima de la montaña de Kabarnet, en un color naranja que pedía a gritos prestarle atención.



El segundo 10.000 se fue hasta 45'37" y por momentos maldecí haberme apuntado a tal locura. No es que fuera mal del todo, pero estaba hasta los mismísimos de subir cuestas embarradas. Por suerte me alcanzó un keniano bastante majo (ha hecho tres veces 2h13') que me animaba diciendo que ya quedaba poco para llegar a un camino más ancho y sólido. Y fue verdad. A partir del 21 o del 22, el camino era parecido a un carril-bici español y no demasiado ondulado. Me animé y volví a correr fluido (hice un kilómetro a 3'20") y me cansé y recuperé un trote cercano a los 4min/km.



Por entonces ya llevaba 1h40' corriendo y mi último bocado había sido la cena del día anterior; sin llegar a pájara, notaba que me faltaban un pelín de reservas y cada dos por tres le preguntaba a mi compañero dónde estaba el final de la vuelta. Buscaba referencias visuales que me indicaran que Iten estaba cerca, pero no conseguía verlas.



Incluso con esas sensaciones, le tercer 10.000 salió en 39'36" y la meta ya estaba al alcance. Unos minutillos más tarde descubrí que los compañeros de rodaje que había ido más rápido nos esperaban al pie de la carretera: fin del entrenamiento. Según el SUUNTO fueron 31,33km en 2h09'20" (4'08") y los buenos buenísimos (los de 2h06' y 2h07') hicieron sólo dos minutos menos que yo. Les felicité -y me felicitaron- y volví trotando hasta mi hotelito añadiendo cinco minutos más a un rodaje que tuvo como principal dificultad los 551m de desnivel positivo.



No sé acoplar el SUUNTO al GoogleEarth, así que sólo os adjunto una gráfica del pulso y el EPOC (algo así como el esfuerzo del entrenamiento); podéis ver que hasta mitad del entrenamiento voy bien, pero luego empiezo a flojear. ¿Fue la falta de desayuno? ¿Quizá que me pasé con las cuestas? ¿O sencillamente que no estoy ahora preparado para una maratón?

miércoles, 23 de junio de 2010

Un poco de turismo

Después de casi dos meses en Kenia (y ya es mi tercera vez), por fin me decidí a hacer de turista por el país. Sin ir demasiado lejos de Eldoret (y sin escaquearme una sesión de 32km el sábado a las seis de la mañana que ya os contaré), el resto del sábado y el domingo los pasé en los lagos Baringo y Bogoria, donde pude ver hipopótamos, cocodrilos, flamengos, gacelas, monos y cebras, además de docenas de pájaros que soy incapaz de nombrar.


Poco antes de las diez de la mañana del sábado, fuimos en coche por la carretera de Iten a Kabarnet que pasa de los 2300m del primero a los 1800 del segundo pero pisando el valle del Kerio a 1100m. Es la carretera favorita de los ciclistas kenianos, pero ese día no encontramos ninguno.


En Kabarnet tuvimos una parada técnica y seguimos el viaje hasta Marigat y el lago Baringo, donde los wazungus tienen que pagar 200KSh (2€) para entrar mientras los locales sólo pagan 50 y los coches 100. La localidad cercana al lago Baringo es pequeña y desordenada, pero sobrevive gracias al turismo. Todos los transeúntes se nos ofrecen para navegar por el lago con su barca motorizada y varios alojamientos occidentalizados hacen el agosto con precios de mzungu. El almuerzo (buffet) lo tuvimos en el Soi Safari Lodge por 700KSh, pero no fue nada del otro mundo, mientras que para dormir pagamos un cottage en el Robert's Camp por 7000KSh y capacidad para 6 personas. Desgraciadamente, los cottage con vistas al lago estaban ocupados.


Por la tarde conseguimos un viaje en barca por el lago por 1200KSh y pudimos contemplar varios hipopótamos y dos cocodrilos. Si el viaje dura más (el nuestro era de una hora) se suele completar con la compra de pescado fresco al que se le coloca una madera dentro para que flote; según nos contaron, en cuestión de segundos decenas de pájaros se lanzan en picado sobre él.


La cena fue más sencilla que el almuerzo y en estilo keniano: entras en una casa de comidas, pides lo que te gustaría comer y te traen lo que les apetece, y en algunos casos tienes que esperar durante una hora. La ventaja es que suele ser barato (judías rojas -githeri-, arroz y chapati, por 120KSh).


Al amanecer del domingo, me acerqué a la orilla del lago. Había un par de hipopótamos comiendo a escasos metros de mí. La cámara no es demasiado buena, pero algo se puede apreciar.



Poco más tarde recogimos las maletas y marchamos hasta el lago Bogoria. El lago Bogoria es una reserva nacional y piden 2000KSh por persona para entrar. El problema es que unos españoles que habían estado el día anterior con bicicletas nos contaron un secreto: el control de entrada se puede saltar.


En mitad de la carretera, hay piedras del tamaño de pelotas de fútbol que impiden el paso y obligan a desviarse a la derecha durante cien metros donde se encuetra una taquilla. Pero... si mueves un poco las piedras y aceleras, no hay peaje. Es cierto que no se debería hacer, pero 2000KSh es mucho dinero y total no queríamos estar mucho rato.


Nuestra idea principal era entrar en el lago Bogoria por el norte y salir por el sur, en dirección a Nakuru donde terminaba el viaje conjunto. Y eso hicimos. Apenas paramos para sacar unas fotos a los flamencos y a los géiseres y seguimos por unas pistas casi intransitables temiendo que se nos acabara la gasolina en mitad de la nada, hasta llegar por fin a un pueblo llamado Mogotio, donde llenamos los depósitos del coche y de nuestras barrigas (aquí pilau -arroz especiado- por 50KSh).


Y por fin llegamos a Nakuru, donde mis amigos siguieron hasta Nairobi y yo embarqué en un matatu (tardó dos horas de reloj en llenarse) hasta Eldoret.

jueves, 17 de junio de 2010

Tiendas, empleos y demás


Ayer compré al fin un libro para aprender Swahili, ya es hora que aprenda algo más que mzungu, jambo y asante. La tienda, regentada por un indio como la mayoría de comercios importantes en Eldoret/Kenia, tenía cuatro dependientas. La primera me enseñó el libro que quería, la segunda repasó el precio, la tercera procedió a la venta y la cuarta estaba publicando algo en facebook a través del móvil.


La tienda, aunque grande, no tenía más clientes que yo y según el recibo que me dieron, a las cinco de la tarde, realicé la compra número 33 del día. ¿Es productivo? Muchas veces me pregunto cuánto dinero ganará la gente por el trabajo que hace. He aquí algunas respuestas.


Trabajar en un hotel (entiéndase hotel como casa de comidas, no como alojamiento) está remunerado con 150KSh diarios (1,50€) aunque sé de alguien que cobra 170KSh (aunque no vive en Eldoret y se gasta 40KSh diarios en transporte). Se dice que los policías ganan 10.000KSh mensuales y, claro, un sueldo tan bajo les lanza a la corrupción. El personal de seguridad, entre 3.000 y 5.000KSh; y así hasta un largo etcétera.


Pero todavía hay más. Con un paro alrededor del 40% de la población y una gran dificultad para encontrar empleo, los estudiantes se ofrecen gratuitamente a cambio de cartas de recomendación mientras tienen vacaciones. Ahora mismo las universidades tienen vacaciones y los alumnos buscan "attachments" (prácticas gratuitas) para rellenar su currículum con alguna experiencia. Y pueden seguir haciéndolo durante uno o dos años hasta después de terminada la carrera. Así son los sueldos y los empleos en Kenia, pero tiene su parte humana.


Al salir de la librería con mi libro de swahili llovía a cántaros. Mientras esperaba que parara, la chica que me enseñó el libro que quería me invitó a entrar de nuevo en la tienda y tomar asiento. Estuvimos hablando más de quince minutos y me contó que ella antes corría, pero ahora ya no; que conocía a Birmin Kipruto, a Eliud Kipchoge y a muchos otros; que era de la subtribu nandi y que su casa estaba en Nandi Hills (una de las mecas del atletismo) aunque ahora vivía en Eldoret. Y mientras, el indio lo miraba todo con calma y repasaba mentalmente las cuentas del día.

miércoles, 16 de junio de 2010

Mandazi

Llevo tiempo sin hablar de comida, pero no penséis que paso hambre. El pasado fin de semana estuve aprendiendo a cocinar mandazis, que son un dulce frito a base de harina, leche y azúcar, más o menos.


En un cuenco su mezclan harina, levadura, azúcar y sal (con proporciones desconocidas); cuando parece homogéneo, se añaden huevos batidos, aceite y leche tibia (a menudo aguada, para que alargue un poco más). Se forma una masa y se extiende como si formáramos la masa de una pizza. Cuando es lo bastante fina, se corta en triángulos del tamaño que quieras y se fríen.


En menos de un par de minutos, los mandazis se hinchan de aire y quedan dorados; se retiran de la sartén (o de la freidora si la tuvieras) y están listos para comer.


La foto ilustra mi pericia en una zona rural de Kenia (Ngeria), donde hay electricidad pero no agua corriente. La mayoría de cocinas rurales son de carbón vegetal pero aquí teníamos gas, todo un lujo; el problema llega cuando se acaba el gas y la tienda más cercana está a casi treinta kilómetros.

martes, 15 de junio de 2010

Tambach

Ayer intenté volar, pero no lo conseguí. La pista de Iten (Kamariny) está a 2300m sobre el nivel del mar. Hace tiempo escuché que dentro del valle había otra pista, no lejos de Iten, pero a bastante menos altura: Tambach.


Ayer entrené en Tambach (que "sólo" está a 1800m) con la ilusión de que tanta concentración de oxígeno me permitiría volar, pero no lo conseguí. El entrenamiento era de 4x2000 con dos minutos de recuperación. El primero me salió a 6'05" y pensé: ¡¡aquí se vuela!! El segundo fue a 6'07". El tercero... 6'11" y el cuarto, 6'16". Lo cierto es que me pudo la ambición de querer acercarme a los seis minutos y acabé con un dolor de piernas de los grandes. Pero mereció la pena. En la foto, con tres irlandeses que están entrenando en Iten.


La carretera de Iten a Tambach es corta pero empinada. En escasos 11 kilómetros desciendes más de 400m; el olor a frenos de los matatus llegaría a marear si el viaje se prolongara un poco más, pero las vistas se encargan de hacer el viaje maravilloso. A nuestra derecha se ve el cortado del valle en el que los escaladores disfrutarían por su dificultad; a nuestra izquierda la vista se pierde con la planicie del fondo del Rift. Y en un par de ocasiones se ven sendas cascadas, una ancha y corta pero otra de película: fina, estilizada, alta, altísima. ¿Será posible llegar hasta ella? Si lo consigo, os lo cuento.


El viaje de vuelta también tuvo su gracia. Mientras esperábamos un matatu para volver a Iten, pasó por allí un camionero que nos permitió subir a su remolque: fue gratis, fresco y pudimos disfrutar de las vistas sin la incomodidad de viajar con otras veinte personas (o más) en un matatu.


Tiene su gracia entrenar en diferentes pistas y es una manera de hacer algo de turismo.

viernes, 11 de junio de 2010

Sin mal de altura

Vivir a 2000 metros de altura mejora la serie roja pero ¿qué pasa a más de 6000? Para los que no tenéis vértigo y os gustan las excursiones de carácter extremo, os recomiendo el blog de Ander Izagirre como enviado especial al Broad Peak con la expedición Basque Team, patrocinada por Naturgas.



Tenéis toda la información aquí.

jueves, 10 de junio de 2010

Perderse

Aunque ya son muchos los entrenamientos que llevo hechos por los alrededores de Eldoret, siempre me gusta buscar nuevos caminos y conocer zonas nuevas pero... a veces me pierdo.

Esta zona del valle de Rift es una altiplanicie (un plano, pero muy alto) que no permite tomar demasiadas referencias visuales. Aunque la vista alcanza casi hasta el horizonte, todo es completamente igual: maizales, praderas, eucaliptus... y todos los caminos son del mismo color arcilloso. Así que el sol es quien marca las direcciones en función de la hora del día que sea.

Pero hoy me he perdido por completo. Quería hacer más o menos 20 kilómetros (a las 6am ya había hecho otros 12), y me animé a recorrer un camino que no había hecho antes. Como el camino parecía interesante y siempre iba girando a la derecha, esperaba encontrarme al cabo de poco con zonas conocidas, pero no ha sido así. Cuando he podido preguntar a alguien me he dado cuenta de que estaba muuuuy lejos. Al final, creo que me han salido 26 kilómetros. No está nada mal ahora que no preparo maratón.

martes, 8 de junio de 2010

Macedonia 2010


La semana pasada me mandaron un e-mail desde Macedonia para preguntarme si repetiría en la carrera de 30km de Ohrid. La verdad es que tengo muchas ganas de correrla de nuevo y aprovecho el blog para proponeros un viaje.


La carrera es en la ciudad de Ohrid, Macedonia, el miércoles 8 de septiembre. Podría ser una buena idea volar hacia Atenas el fin de semana antes y hacer una excursión al monte Olimpo el domingo. Desde allí es fácil llegar a Thessalonika y coger un tren hasta Skopje, la capital de Macedonia, para seguir hasta Ohrid en autobús. El miércoles es la carrera, por la mañana, y al terminar se invita a todos los corredores a una comida mientras se reparten los premios.


Al parecer, hay un español que acaba de abrir un hotel en Ohrid y podríamos negociar con el organizador para que nos regalara/rebajara dos noches en ese hotel. ¿Qué os parece? Después podríamos hacer una visita de un par de días a Albania, que está muy cerca de Ohrid y dicen que es muy bonito.


Total, una semana de viaje con excursión al monte Olimpo, carrera de 30km en Macedonia, visita a Albania y, si el tiempo lo permite, baño en el mediterráneo. Os aviso con tiempo para que negociéis vuestras vacaciones (no hace falta decir que es un plan baratillo).

viernes, 4 de junio de 2010

Dan Hornery en Planeta Running


Ya está en los quioscos el número de junio de la revista Planeta Running. En ella encontraréis el maravilloso viaje de Dan Hornery a lo largo y ancho de medio mundo (con parada especial en Sant Pol de Mar, claro).


Espero que os guste. Yo es cuelgo aquí el artículo entero (por temas informáticos algunas letras no tienen acentos, pero en la edición impresa ya está solucionado), aunque os recomiendo que os la compréis porque hay mucho más en esta revista. Sin ir más lejos, Ernest Crespo cuenta su primera vez, su primera maratón.


Se aceptan comentarios y recordad que para el próximo mes aparecerá el reportaje sobre la media maratón de Ruanda.

jueves, 3 de junio de 2010

Madaraka Day

El uno de junio, desde 1963, se celebra en Kenia el Madaraka Day. La palabra Madaraka no tiene traducción fácil, según me cuentan, pero significa algo así como la independencia parcial de Kenia frente a los británicos.

Es uno de los festivos más importantes de Kenia y las calles aparecen revestidas de banderas nacionales; los estadios se llenan de público mientras algún político declama las maravillas del país y la mayoría de comercios permanecen cerrados, lo mismo que las escuelas. Pero yo lo celebré de otra manera (aunque en honor a Kenia, claro).

El martes por la mañana me fui a Iten a entrenar: 12x400 a 67", con un minuto de recuperación. En la pista estaba Lornah Kiplagat haciendo series de mil, y también un maratoniano -no recuerdo su nombre- que ha hecho podio en la maratón de Nueva York.

Al terminar, en un restaurante de Iten, comí pescado en Kenia por primera vez. El pescado procede del lago Victoria y no puedo escribir aquí su nombre porque no tengo ni idea. Sólo deciros que estaba buenísimo y, con arroz como acompañamiento, costaba 1,70€ (y me dicen que era un poco carillo). Creo que volveré a ese restaurante; aunque las sillas de la terraza eran un poco incómodas por ser butacones de mimbre, al fondo se extendía la brecha del valle del Rift, que acabo de descubrir que va desde Mozambique hasta Jordania.

Mañana es el campeonato de atletismo del distrito de Eldoret; suponogo que será interesante ir a verlo.