La segunda mitad del "trail sud" de Camí de Cavalls se me hizo más larga que la primera. Atrás quedaba esa equivocación al poco de empezar y delante quedaba todavía mucho trayecto. El siguiente avituallamiento estaba a unos once kilómetros pero luego tendría que recorrer otros veinte hasta poder pararme de nuevo.
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"Pssss.. ojalá en las maratones pudiera sentarme, ¿no?" |
Recuerdo que pasé la hipotética maratón (el km. 42,2 de mi GPS) en 3h38'. Tengo que reconocer que antes de empezar la carrera creía que tardaría entre 7 y 8 horas pero cada vez que recalculaba el tiempo final me daba cuenta de que me equivocaba de nuevo, cada vez más allá de las ocho horas y pronto con la duda de si bajaría de nueve.
Durante los kilómetros siguientes y hasta la meta, me iba felicitando a mí mismo cada vez que el GPS cambiaba de decena en la distancia recorrida. "Felicidades, Marc, ya llevas 50kms"; enhorabuena, Marc, quién te iba a decir que podías correr 60kms del tirón"; "carai, Marc, ¿te das cuenta de que llevas 70kms en las piernas?"; "¡¡80kms!! Marc eres todo un campeón". La soledad del corredor de fondo da para pensamientos muy filosóficos.
Durante esas horas llegué a imaginarme que la carrera es como una vida, donde los kilómetros significaban los años. Los primeros años pasan muy deprisa e incluso nos equivocamos de camino, teniendo que retroceder. Luego llega la juventud y seguimos con las prisas; pararnos nos parece perder el tiempo. La madurez, o crisis de los 40, los 50 o cuando llegue, lo relativiza todo; ya no hace falta ir tan rápido e incluso te preguntas a dónde estás yendo. Te preguntas quién carajo te mandó apuntarte a este circo y quién te obliga a seguir participando en él; te crees en la mitad del recorrido pero tanto la salida como la llegada están tan lejos que ni siquiera las ves. Te resignas y sigues adelante (es lo que has estado haciendo toda tu vida). Y llega la vejez, donde ya vislumbras el final y todo cobra sentido; no tienes prisa por llegar pero anhelas el descanso, el merecido descanso. Miras atrás y te ríes de ti mismo, del ímputo que tenías en la juventud y lo poco importante que resulta ahora. Y llegas a meta: has cumplido.
Más o menos fue así mi carrera, hasta que entre Cala Galdana y Cap d'Artuix, quizá cuando faltaban unos 20kms para llegar a meta, vi a lo lejos que un corredor me estaba alcanzando. Dejé de caminar (hasta ese momento caminaba muy a menudo y corría poco rato); quería ganar la carrera y mi mala táctica (empezar demasiado fuerte) podía dar al traste con el objetivo. En estas carreras de fondo, como pasa en la maratón, gana el que mantiene mejor ritmo al llegar al final. Temí ser adelantado y me centré en no parar de correr: mi ritmo era suave, pero constante. De hecho, había dicho a mis seguidores que llegaría a Cap d'Artuix sobre las 4 de la tarde pero llegué antes (3:40). Se sorprendieron y les contesté que ¡me estaban persiguiendo!
Desde ese avituallamiento hasta la meta sólo quedaban unos 12 o13kms (qué fácil es relativizar distancias). Comí medio plátano, un poco de frutos secos y llené poco el bidón, lo justo para llevarlo en la mochila durante un cuarto de hora, sacarlo para beberlo en los siguientes minutos y guardarlo de nuevo. Hice mis cálculos y dije que llegaría a la meta a las 4:55.
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Rompiendo la cinta de vencedor |
Los últimos kilómetros del trail sud son muy planos, pero de firme irregular por el tipo de roca que tiene Menorca. Todos los pasos tienen que ser diferentes para adaptarte al terreno y no te puedes despistar. Ves Ciutadella desde lo lejos y te preguntas cuánto tardarás en llegar; luego entras en la ciudad y el asfalto, que siempre me ha gustado, me duele por su dureza; saltando un par de piedras para llegar a una cala tengo un amago de rampa en el isquio derecho. Me asusto. Calculo que me faltan unos tres kilómetros y me da miedo no poder seguir. Avanzo con miedo, estiro un poco, vuelvo a correr y parece que se me pasa. Recupero el ritmo y me avisan que falta menos de un kilómetro; veo el arco de ASICS al final de una calle estrecha. No esprinto, me limito a llegar y son las 4:55. He terminado mi primera ultratrail, la he ganado y durante las próximas horas no quiero oir hablar de correr otra carrera como esta.
Pero ahora ya han pasado varios días y todo cambia de color...
Los resultados completos,
aquí.