martes, 25 de febrero de 2014

Campeonato de España de media maratón

Podía pasar y pasó, pero que me quiten lo bailado. Si la semana pasada ayudé a Florence Kiplagat a batir el récord del Mundo de media maratón y no conseguí llegar a meta con ella, lo lógica era que una semana después mis piernas se resintieran del esfuerzo. Qué le vamos a hacer.

El domingo 23 se celebró, en La Coruña, el campeonato de España de media maratón. El circuito era a ratos bonito y a ratos feo. La organización fue buena pero con un buen fallo en la salida (el coche que llevaba el cronómetro encima no arrancó y se tuvo que repetir el comienzo de nuevo después de muchos minutos gastados para que todos los corredores se colocaran de nuevo). Y el clima... es Galicia y es la costa, amaneció muy calmado pero se levantó el aire.

La salida (foto: M. Rotich)

Con los ojos puestos en el mundial de la distancia que se celebrará dentro de un mes en Dinamarca, la cabeza de la carrera tenía claro que tenía que correr en menos de 1h04'00". Yo sabía que este ritmo era exigente para mí, pero no quería dejar escapar la oportunidad de ser internacional (aunque remota, claro).

Me descolgué de los primeros al cabo de tres kilómetros, pero seguí a mi ritmo y hasta el 7 o el 8 todavía iba a menos de 1h04'. De ahí hasta el diez aflojé un poco para pasar en 30'36" y el palo vino a partir de entonces. El viento en contra me frenó y no tuve manera de recuperar el ritmo. En lugar de ir a más iba a menos y tanto Carlos Gazapo como Diego Tamayo me adelantaron al cabo de poco. La marca se iba y sólo me limité a mantener la posición, deseando que se acabara pronto.

Fue un campeonato raro para todos. Las marcas no fueron buenas en general y todos los que rindieron mejor de lo esperado están de enhorabuena porque saben que valen todavía mucho menos.

Podía pasar: correr 15 kilómetros vivos a siete días de una media maratón te deja tocado. Pero ¿quién habría renunciado a tirar de Florence Kiplagat por sólo un campeonato de España que se volverá a celebrar el año que viene? Yo, no.

domingo, 16 de febrero de 2014

Once in a life time

Esta frase en inglés, que significa "una vez en toda una vida", representa a la perfección lo que he vivido hoy. Hoy he ayudado a Florence Kiplagat a batir el récord del Mundo de media maratón en Barcelona. Y todavía no me lo acabo de creer. Es verdad que el récord lo ha hecho ella y el honor es enteramente para ella, pero yo lo he vivido en primera persona; algo así como estar en primera fila o incluso más cerca, como siendo el apuntador en un éxito teatral sin precedentes. Los actores son los que tienen el mérito, pero tú lo vives desde una perspectiva única (y colocas un pequeño granito de arena).

Hace cosa de un mes me llamaron por teléfono para decirme que Florence Kiplagat vendría a la eDreams Mitja de Barcelona y quería una liebre para conseguir una buena marca. En esa primera llamada me hablaban de batir el récord del circuito (67'34") y yo acepté sin problemas. La semana que viene tengo el campeonato de España de media maratón y correr 21 kilómetros a ese ritmo no suponía demasiado esfuerzo. Pero la cosa cambió al cabo de poco.

Ahora Florence decía que el récord del circuito no era suficiente, quería atacar el récord del Mundo (65'50"). Ahí la cosa se complica un poco más, porque mi marca personal es de 64'57" y si tenía en cuenta que la semana siguinte quería correr en La Coruña... pues quizá mis piernas se iban a resentir. Pero, ¿quién quiere bajarse del carro cuando empieza lo bueno? ¿Cuando a uno le llega una oportunidad que nunca más volverá a acariciar? Yo, desde luego, no me iba a apartar del reto. Pero sabía que me tocaría sufrir.

Marcando el ritmo por el kilómetro 7 (Foto: M. Rotich)

Ayer, en el hotel de los atletas invitados, diseñamos el plan para hoy. Yo he corrido la Mitja de Barcelona en los últimos cuatro años y me conozco el circuito perfectamente. Florence quería ir a 3'06" cada kilómetros y pasar en 31'00" el diez mil. Yo les dije que ese era un paso muy bueno, pero que el primer 5000 lo haríamos más lento. Pasar a 15'30" era quemar cartuchos porque hay que subir el Paralel. Me hicieron caso y quedó claro que el ritmo se recuperaría a partir del kilómetro 5. Poco a poco, buscando ese 31'00" y después el 46'30" del quince mil. A partir de ahí, con el viento en la espalda, sería fácil mantener la renta y romper el récord del Mundo. Y cumplimos el trabajo a la perfección; fuimos unas liebres de libro.

En el trabajo no estuve sólo. Me acompañó el atleta keniano Stanley Siror. Cruzamos el 5000 en 15'46" (más lentos que el récord del Mundo). Mejoramos en el 10000 hasta 31'07" (15'21") y seguimos vivos hasta el 15000 en 46'34" (15'27"). En ese punto yo me paré. Me habría encantado seguir, para qué negarlo, pero el ritmo era muy exigente y no pude colaborar más. De todos modos, el trabajo duro estaba hecho. Me recogió una moto y seguí la carrera en directo, dando indicaciones sobre el circuito a Stanley y referencias a Florence.

Florence nos ha invitado a todos a su casa en Iten (Foto: M. Rotich)

De ahí hasta meta todavía apretaron más. El viento de cola fue de gran ayuda y el final ya lo sabéis. Florence Kiplagat ha batido el récord del Mundo de media maratón en la eDreams Mitja de Barcelona 2014. Y lo ha dejado en 1h05'12". ¿Quién será capaz de reabajar esta marca? No lo sé, pero hasta entonces (o incluso después de que esto suceda) yo siempre podré decir que estuve ahí, en un lugar privilegiado, haciendo de apuntador en una obra maestra.