viernes, 18 de abril de 2014

Yaya Village



Cada vez hay más alternativas para ir a entrenar en altitud, pero Yaya Village no es un destino más. Es un destino único. Y Run In Africa lo ha elegido entre muchos otros para ofrecer a sus clientes la oportunidad de entrenar en un lugar idílico.

Kaleab, etíope y fundador de la empresa Run In Africa, me cuenta que la labor de búsqueda fue larga y exhaustiva. No es fácil encontrar un hotel (o similar) que sea cómodo, seguro, económico (o al menos ajustado en el precio) y que cumpla todas las necesidades que requiere un atleta. Pero Yaya Village lo tiene casi todo. Ya verás.

Ideal para venir en familia (Foto: M. Rotich)

Está situado a las afueras de Addis Abeba, la capital de Etiopía. Si el tráfico no es horrible, se tarda una media hora en llegar desde el aeropuerto.  Atrás quedan los coches, la contaminación y el ajetreo de una ciudad con varios millones de habitantes. Fuera del Yaya Village, de hecho, hay demasiada tranquilidad (le iría bien un núcleo urbano cercano para ofrecer un poco de entretenimiento, pero seguro que con el tiempo llegará).

Así amanece en Yaya Village (Foto: M. Rotich)

La altitud de esta zona es considerable. Entre los 2600 y los 2700 metros sobre el nivel del mar, los entrenamientos cuestan una barbaridad. Pero se supone que al volver a casa el rendimiento será muchísimo mejor. De hecho, varios atletas africanos escogen este lugar para hacer sus preparaciones de cara a las competiciones más importantes. Ahora mismo está aquí Ayanleh Souleiman, de Djibuti, que acaba de proclamarse campeón del mundo de 1500m en pista cubierta. Y hace unos días se fue Abubaker Kaki, de Sudán, que también suele alojarse aquí con asiduidad. Algunos etíopes, como GenzebeDibaba, no duermen aquí pero vienen a utilizar el gimnasio. Y atletas extranjeros, como Ryan Hall, deciden vivirlo en sus propias carnes para ver las diferencias entre entrenar en Flagstaff o aquí. Y el lunes, en la maratón de Boston, veremos si le ha salido bien.

Y así sale la luna llena (Foto: M. Rotich)

Yaya Village cuenta con más de 20 habitaciones dobles, pensión completa, gimnasio (con sauna y baño de vapor) y un carril de 900 metros dentro de la parcela para hacer trotes de descarga o cualquier otro tipo de ejercicio. Por supuesto que no lo tiene todo y en la lista de “cosas pendientes” apuntaría que le hace falta llegar a un acuerdo con Bekele para que la pista no cueste 15$ por visita. Tampoco tiene un desayuno muy variado, aunque es suficiente. La piscina, que siempre da mucho juego, está en fase de construcción. Y en ocasiones se echa en falta un poco más de información sobre los circuitos por los que correr (la zona es bastante ondulada por los alrededores y cuesta encontrar caminos largos y llanos por los que hacer tiradas largas). Pero, en general, es un lugar idílico para entrenar. Sólo tienes que armarte de paciencia durante la primera semana hasta que te adaptes un poco a la altitud. A partir de ahí… a disfrutar como un enano del entorno y de su gente.

2 comentarios:

Ferran dijo...

La Vicky i jo estem entusiasmats. Reserva'ns una suite per un dia d'aquests!

Marc Roig Tió dijo...

Ferran, us encantaria. De fet, aprendries moltes coses sobre construcció amb materials naturals (troncs, bambus, canyes, feixos d'herba...). En faré fotos i te les ensenyaré quan tornem.