martes, 3 de abril de 2012

Recuperándome de la maratón

La semana posterior a la Zurich Marató de Barcelona ha sido de descanso casi total, es decir, que he descansado durante seis días y he competido en el séptimo, en la Serra de les Fites de La Pobla de Massaluca. 

La Serra de les Fites es una carrera de trail de casi 22kms en la comarca de la Terra Alta, a medio camino entre Tarragona y Fraga. Es una zona árida, perfecta para los olivos y para las viñas. Ideal para una carrera de estas características, pero sigo viendo que no es mi mejor terreno.

Raúl, Ricky y yo en una pasarela del camping.

Tanto a Ricky (os recomiendo también la lectura de su blog sobre esta carrera) como a mí nos invitaron a correr por ser amigos del organizador y montamos un viaje a cinco para pasar un fin de semana diferente en una zona desconocida (para nosotros) de Catalunya. El camping Port-Massaluca, a orillas del río Matarraña, fue nuestro punto de descanso. Llegamos el sábado por la tarde y nos gustó tanto el lugar que nos sentamos en la terraza y dejamos pasar las horas hasta el momento de cenar. Para cenar, los organizadores nos invitaron a su cena en el casal del pueblo: pasta, pan con tomate y embutido, tortilla de patatas, aceitunas, queso... y tartas como postre. Y para beber, vino de la Terra Alta. Lo suficiente para dormir como niños si no fuera porque nosotros somos de costa y nos olvidamos que en un bungalow puede hacer frío por la noche: los cinco tuvimos algún que otro problema para conciliar el sueño.

El domingo el día amaneció muy despejado y bonito. La carrera empezó con ritmo vivo y tanto Ricky como yo pensamos que no era muy sensato seguir a los primeros en esa estampida y que en los momentos menos técnicos ya les pillaríamos. Pero aunque era un circuito "fácil", mis piernas se resentían de la maratón y las de Ricky se defendieron bien en el llano y en las subidas, pero nos fallaban (y nos fallarán siempre) las bajadas. En fin, que fuimos quinto (Ricky) y sexto (yo) pero disfrutamos mucho.

Un momento de emoción durante la carrera (todavía faltaban 6kms)

Al terminar, un merecido bocadillo de butifarra y tanta tarta como se quisiera. Al parecer, todos los habitantes del pueblo hacen tartas en casa para que los atletas repongan fuerzas y... se lo agradezco mucho. Me parece una iniciativa muy buena y una manera interesante de implicar a los habitantes del pueblo. De hecho, hay que tener en cuenta que el pueblo de La Pobla de Massaluca tiene censados unos 300 habitantes y en la carrera hubo 390 inscripciones. 

Después de correr el grupo se partió. Ricky volvió a Canet y yo seguí hasta Pamplona, unos días de vacaciones y el lunes empiezo a entrenar de nuevo. 

1 comentario:

Manuel Tintoré Maluquer dijo...

Buen final de la recuperación maratoniana; a recargar las pilas y a seguir dándole; un saludo