martes, 31 de marzo de 2009

Sobre el mundial de cross

¿Os acordáis de la keniana que corría los trials con pantalón amarillo de baloncesto y camiseta rosa, además de ir descalza? En esa carrera quedó tercera; el sábado, en el campeonato del mundo, también. Lo que no he podido comprobar es si corría con zapatillas o sin ellas pero tampoco veo a ninguna chica descalza en esta foto.


Pero la carrera júnior femenina destacó por la pelea entre Mercy Cherono (Kenia) y Genzebe Dibaba (Etiopía). Tanto se atacaron la una a la otra que hicieron la segunda vuelta más de medio minuto más rápida que las séniors. Fue un toma y daca épico, al estilo ciclista, donde la montaña -el último repecho- dictó sentencia. Mercy Cherono, que es campeona del mundo de 3000, no pudo contra los genes Dibaba. Y ¿qué son los genes Dibaba? Como resumen, bastan algunos datos:
  • Tirunesh Dibaba: campeona del mundo de cross corto y largo (2005), del largo (2006 y 2008), campeona olímpica de 5.000 y 10.000 (2008), campeona del mundo de 5.000 (2003 y 2005) y campeona del mundo de 10.000 (2005 y 2007).
  • Ejegayehu Dibaba: subcampeona olímpica de 10.000 (2004), subcampeona del mundo de cross largo (2003) y medalla de bronce mundial en 5.000 y 10.000 (2005).
Genzebe ya ganó el año pasado la carrera júnior y, por ahora, supera a su hermana Tirunesh. Es la única júnior que ha ganado dos mundiales de cross mientras que su hermana "sólo" quedó segunda en 2002 y primera en 2003.

En cuanto a la carrera júnior masculina, los etíopes volvieron a machacar a los kenianos. Ayele Abshero, que ganó el cross de Elgóibar el pasado enero y correrá el 25 de abril los 15kms de Massamagrell, impuso su punta de velocidad para resarcirse de la plata del año anterior. En cuanto a los españoles, Mario Mola fue el mejor entrando en meta el 55 y el estadounidense Germán Fernández -ya podría ser español- fue el primer blanco clasificándose como 11º. Con una marca de 3'55" en milla hace apenas un mes y este resultado en cross, puede convertirse en un referente para los próximos años.

Y en mujeres por fin llegó el éxito para Kenia. No fue Linet Masai que con sus piernas kilométricas empezó a poner metros de por medio al empezar la última vuelta. Al igual que con las júniors, la cuesta final se cebó con la espigada keniana y llegó su compañera, de país y de club, para arrebatarle la victoria. La que ganara también el cross de Elgóibar en enero y después el de Itálica y más tarde los trials de Kenia, acababa de proclamarse campeona del mundo. Florence Kiplagat, la esposa de Moses Mosop, devolvía el cetro a Kenia después de 15 años sin medallas de oro en la categoría sénior femenina.


Como es lógico, los organizadores del cross de Elgóibar están encantados con el resultado. Sus vencedores fueron, sólo dos meses después, campeón del mundo júnior y campeona del mundo sénior. Podéis leer su nota de prensa aquí.

Y para los resultados completos, fotos y demás, la página oficial del campeonato.

lunes, 30 de marzo de 2009

Gebremariam: el eclipsado

Largo, espigado, con bigote y de nombre impronunciable: Gebremariam Gebre-egziabher. Asiduo a los crosses españoles (Alcobendas, Haro, Amorebieta, Itálica, Elgóibar, Lasarte...), campeón del mundo júnior y eclipsado por Bekele. A mí siempre me ha recordado a Averell, de los hermanos Dalton.


Nacido supuestamente en 1984 -como yo- ganó el campeonato del mundo júnior de cross en 2002. Ese verano, en Jamaica, ganó también el mundial júnior en 10.000 y fue tercero en 5.000. Al año siguiente, cuando todavía era júnior, lo seleccionaron para el mundial de cross absoluto y quedó tercero. Gebremariam empezaba a destacar, pero llegaba tarde; todo lo que él estaba consiguiendo ya lo había hecho Bekele el año anterior. Y llegó el año 2004.

Bekele llevaba ya dos mundiales a pares (ganaba el cross corto y el cross largo). Ese año, en Bruselas, la armada keniana quiso impedírselo imprimiendo un ritmo frenético desde el inicio. Bekele ni se inmutó y Gebremariam, tampoco. Salió a su ritmo, discretamente, con clase y parsimonia. Los kenianos fueron desgastándose y, al llegar a meta, Bekele siguió ganando y Gebremariam consiguió dos medallas de plata. La táctica keniana no ofuscó la superioridad de Bekele pero la superioridad de Bekele sí eclipsó la calidad de Gebremariam.

A los pocos meses, Bekele inscribió por primera vez su nombre en la lista de récords de 10.000m. Era la reunión de Ostrava, el 8 de junio; ningún atleta pudo seguir su ritmo, las liebres apenas aguantaban el paso de las vueltas. Ganó con 26'20"31 y dobló a todos los demás participantes, excepto uno: Gebremariam. El eclipsado corrió en 26'53"73, cuarta marca mundial del año, sólo superado en la estadística por sus compatriotas Bekele, Sihine y Gebre.

Llegaron los Juegos Olímpicos de Atenas y Gebremariam no estaba seleccionado para el 10.000m. Era un claro candidato a la medalla y, sin embargo, se dio el disparo de la salida y él estaba sentado en la grada, sólo un par de filas detrás mío. Era impresionante saber que uno de los mejores atletas del momento estaba mirando la carrera que podía haber ganado y sólo estaba un par de filas detrás mío. La selección de Etiopía decidió seleccionar a Bekele, Sihine y Gebre para el 10.000; Gebremariam correría los 5.000m. Y volvió a eclipsarse. Fue la famosa carrera de El Guerrouj, la revancha frente a Bekele y Kipchoge. Todo el mundo se centró en ellos tres y Gebremariam llegó cuarto, a 25 centésimas de Kipchoge, bronce.

Los siguientes años fueron discretos. Apareció en el cross de Lasarte, perdió una zapatilla en el barro, se paró a colocársela y ganó la carrera. Poco más se puede decir. No participó en los juegos olímpicos de Pekín, se casó, fue padre y nos empezamos a olvidar de él. Hasta el sábado pasado.

Fiel a su estilo, discretamente, con clase y parsimonia, aguantó en el grupo de cabeza del mundial de cross de Amman, Jordania. Faltaba menos de un kilómetro para llegar a meta y había una docena de atletas con opciones de victoria; nunca se había visto un mundial así. Bekele, ausente, regaló el espectáculo de una carrera abierta y Gebremariam, que no pudo aguantarse la risa, cruzó la meta el primero.

viernes, 27 de marzo de 2009

La disputa por Mario Mola

Hace un par de años discutían Jorge González Amo (responsable de la federación española de atletismo en categoría júnior y corredor olímpico de 1500m con 3'40" cuando las pistas todavía eran de ceniza) y Antonio Alix (comentarista de Eurosport y columnista en varias revistas deportivas) sobre el futuro de Mario Mola. El primero de ellos le veía como referente en el atletismo español; el segundo, como referente en el triatlón mundial.

Mario Mola es un mallorquín de 18 años que acaba de empezar la carrera de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos en la ciudad de Barcelona. Su facilidad por el deporte es tan grande que recibe becas de dos federaciones distintas: la de atletismo y la de triatlón. No cansado con las horas de estudio, se dedica a entrenar y viajar por el mundo compatibilizando con éxito ambas disciplinas.


Mientras los entendidos opinan que el entrenamiento de bicicleta no es compatible con la carrera a pie y que la natación disminuye el tono muscular, Mario se proclamó campeón de España júnior de cross hace dos semanas y mañana disputará el campeonato del mundo en Jordania. Al regresar, tocará machacar un poco más la bici y estar listo el 19 de abril para revalidar sus pódiums del campeonato de España de duatlón: segundo los 3 últimos años. Llegado mayo vuelven los viajes con el campeonato de Europa de duatlón (el año pasado fue subcampeón de Europa) y empieza el triatlón: copas del mundo y de Europa, campeonato de España (es el vigente campeón de su categoría en los 3 últimos años) y campeonatos internacionales. Y sin olvidarnos de la pista, que este año hay campeonato de Europa júnior en Serbia y tiene opciones de correr el 5000.

No es de extrañar, en estos momentos de falta de talentos, que tanto la federación de atletismo como la de triatlón se lo disputen. Ambos quieren tenerlo en sus filas y, mientras yo perdí la beca de atletismo por correr el campeonato del mundo de duatlón, él recibe ambas. Y así tiene que ser, pues cumple los requisitos para las dos. Pero... ¿qué hará en el futuro?

Esto es lo que discutían Jorge González Amo y Antonio Alix. El primero defendía la nobleza y tradición del atletismo frente a la mediocridad del duatlón (que no es deporte olímpico). Por su parte, Alix esgrimía que el atletismo en España es un deporte de segundones pues nunca se podrá competir con los africanos (en pruebas de fondo) mientras que en el triatlón y en el duatlón, somos los que cortamos el bacalao.

Este es el curioso caso de Mario Mola. Podéis ver su página web aquí.


jueves, 26 de marzo de 2009

¿La mejor oportunidad?

Hoy se ha celebrado en Jerusalén la media maratón de dicha ciudad. Es ya la edición número 17 y este año he perdido la gran oportunidad que me brindaba. El vuelo desde Barcelona me costaba algo menos de 500€ y el premio por ganar era de 5.000NIS (880€), aunque no lo he sabido hasta ahora. No digo que fuera a ganarla, pero habría sido un buen negocio.

El caso es que se juntaban varios factores que la hacían especialmente interesante: el primero de ellos era correr una media maratón en una ciudad tan importante y trascendental como Jerusalén. El segundo, que sólo 2 días más tarde y a apenas 100kms (en Amman, Jordania) se disputaba el campeonato del mundo de cross, al que podría haber asistido (como público, claro). Y el tercero, que lo hemos conocido recientemente, es que quizá sería la última vez que podría correr esa media maratón y gozar de la compañía de mi hermano en Israel; el gobierno de ese país ha decidido no renovarle el visado y tiene que emigrar, justo después de conseguir trabajo con la ONG española Fundación Promoción Social de la Cultura.

Podéis leer un par de entrevistas que hizo durante los últimos meses:
El año que viene se celebrará de nuevo la media maratón de Jerualén. Será la edición número 18 y una buena oportunidad para correr en esta ciudad tan característica, pero habré perdido la mejor oportunidad. Vale más pájaro en mano que ciento volando, predican algunos, y yo me he decantado por correr en Madrid la semana que viene ya que, al menos, no tengo que pagar ningún billete.


miércoles, 25 de marzo de 2009

Vamos sobrados

Hace unos días, Rafa colgó un vídeo de automotivación en su blog. No recordaba este anuncio de televisión ni creo que el medallero confirme que "vamos sobrados" en los campeonatos pero el estilo español siempre ha marcado la diferencia.


martes, 24 de marzo de 2009

Bilbao Night Marathon


Hace unos meses solté la primicia de que es España se celebraría una maratón nocturna. Decía que sería la primera con estas características y varios comentasteis que ya se había hecho antes. El caso es que será la primera maratón nocturna del mundo con certificado de la IAAF.

Desde hace un par de semanas se ha dado a conocer que el próximo 24 de octubre se disputará, en las cercanías del Guggenheim, la Bilbao Night Marathon. La figura de la carrera será Chema Martínez y a mí me han preguntado si quiero hacer de liebre. Toda una aventura, así que rápidamente he dicho que sí. El día 24 es sábado, la salida es a las 20h y haciendo de liebre hasta la media maratón o los 25kms puedo estar duchado antes de las 22h.

Cuando se acerque la fecha o, por lo menos, después del mundial de Berlín, ya tendré más detalles sobre a qué ritmo tengo que pasar y cuál es el incentivo que me darán. Sin embargo, viendo que los premios tienen el requisito de correr por debajo de 2h14'00", se supone que tendré que tirar a menos de 1h07' la media.

Toda la información, en la página web de la carrera.


lunes, 23 de marzo de 2009

I want beans!!!

El chico de la foto es David Bob. Costó que nos hiciéramos amigos; en su parco inglés sólo conseguía decirme "me and you go to America", a menudo marcando la erre como Amerrica. Pero poco a poco fue cambiando. Yo conseguía aprender swahili cuando él mejoraba su inglés. Alguna voluntaria le escribía varias palabras en un trozo de papel; su misión era traducirlas al otro idioma: del inglés al swahili o vicevesa.

Así aprendí que un gato se llama Paka, que la mesa es Meza, que la escuela es Shule y que a un perro se le llama Mbura. Cuatro semanas son poco tiempo para aprender el idioma pero suficientes para hacer amigos.

El 28 de febrero, sábado, fue el último día que pasé por la oficina de Ex-Street Chilren. David estaba allí y cuando ya me iba se pegó a mi chepa. Dijo que estaba muerto de hambre, que yo era rico y que tenía que comprarle algo de comida. No solía hacerlo; en la ONG me advirtieron que no diera dinero ni comida a los niños que me lo pedían. Haciéndolo, se les anima a permanecer en la calle porque no les resulta difícil subsistir. La manera de ayudarles es otra.

Pero David seguía insistiendo. Pensé en comprarle un par de plátanos (0,10€) pero rehusó. Dijo que los plátanos no le gustaban, que él quería un plato de judías: "I want beans", decía mientras me miraba fijamente con sus ojos enrojecidos y marcando cada una de las letras para que yo no me confundiera. Ganó.

Nos acercamos a un restaurante y pedimos al camarero una ración de judías para llevar (0,70€). David se fue satisfecho y yo me quedé pensando en los diferentes gustos de los niños, mientras unos imploran judías otros no quieren ni verlas. Y recordé la frase que nos lapidó una profesora mientras estudiaba nutrición humana y dietética: "El hambre es la necesidad de comer; el apetito, el placer de degustar."

viernes, 20 de marzo de 2009

El vídeo

Joan, que también corrió la mitja marató de Calella, me manda la dirección de un blog en el que aparece un vídeo de la carrera. No veo la manera de colocarlo aquí así que os dejo el enlace para que lo veáis allí:

http://inforadiocalella.blogspot.com/2009/03/un-santpolenc-guanya-la-mitja-marato.html

Se ve claramente lo que pasó con la cinta...

jueves, 19 de marzo de 2009

Ugali: el secreto

La victoria en la media maratón del domingo pasado no se debe sólo al entrenamiento en Kenia; tengo que confesar mi secreto, algo relacionado con el entrenamiento invisible que tanto furor causó hace unos meses: el ugali.

El ugali es en África lo que la pasta en Italia y las hamburguesas en EE.UU. pero con una calidad nutricional que las desbanca. Procede de harina de maíz -sin gluten, qué curioso- y consiste en hacer de ella un puré, convenientemente mezclada con agua hervida. La apariencia final es parecida al arroz triturado y su sabor es ausente, por lo que sólo los maratonianos pueden disfrutarlo en estado puro. Los demás mortales le añaden verduras o carne (si la economía lo permite) y algo de sal o incluso chile. Combina bien con todas las guarniciones y es tan barato y equilibrado que no se entiende un día en Kenia sin comer ugali.

Antes de marcharme de allí y presumiendo que en España me sería difícil conseguir esta materia prima, compré un paquete de 2kg. En casa existe divergencia sobre el ugali: mientras a mi madre le parece un alimento muy bueno, a mi padre y a mi hermano les crea indiferencia. ¿Alguien lo dudaba? Por suerte para ellos y desgracia mía y de mi madre, el paquete está casi agotado y tendremos que comprar polenta como sucedáneo para las próximas carreras.

Otra opción, que tampoco la descarto, es producir ugali al modo tradicional: comprar mazorcas de maíz, desgranarlas, triturarlas hasta producir harina y cocinarla. Si el resultado es el éxito deportivo, creo que merece la pena.

Para recetas y más información, la wiki. Sobre detalles nutricionales, el paquete de la marca JOGOO que tengo yo reza así (por 100g):
  • Energía: 300Kcal
  • Proteína: 6g (mín)
  • Grasas: 3g (máx)
  • Carbohidratos: 70g (mín)
  • Fibra: 0.75g (máx)
Además, especifica qué vitaminas y qué cantidad permanecerán en el producto después de cocinarlo.

Por contra, la pasta y el arroz tradicionales tienen estos valores, respectivamente:
  • Energía: 350Kcal y 346Kcal.
  • Proteína: 11.5g y 6.5g
  • Grasas: 1.5g y 0.7g
  • Carbohidratos: 72g y 78.4g
  • Fibra: 3g (el arroz no lo especifica).
Más proteína (sobre todo la pasta) y menos grasa, aunque terminan por tener más calorías. En la dieta occidental, que padece un exceso proteico, incluso la pasta es rica en proteínas (y tiene gluten). Conclusión, me decanto por el ugali; ahora sólo falta saber dónde comprarlo aquí.


miércoles, 18 de marzo de 2009

Kevin Lorio: esperando

El primer niño de la calle que conocí en Eldoret fue Kevin Lorio. Vestía una ropa indescriptible pero un atributo llamaba la atención: su gorro azul del Manchester United. Pasaban los días y nos veíamos a menudo; aunque su inglés no era muy bueno, se hacía entender y seguía con la mismo ropa y el mismo gorro.


Kevin llegó a las calles de Eldoret sobre 2005 y empezaba a estar harto de ellas. Procede de Kitale, al oeste del país, casi a la frontera con Uganda. Es la zona del Monte Elgon, una de las más pobres de Kenia. Después de que algún voluntario le entrevistara y supiera que quería volver a su casa, Ex-Street Children se movilizó para ayudarle.
Justificar a ambos lados
De las 42 tribus que hay en Kenia, Kevin pertenece a la turkana que tiene la característica de ser nómada. Haciendo números es fácil pensar que de 2005 hasta ahora su familia puede haber migrado, algo que comprobaron uno de los jefes de la ONG con una voluntaria a mediados de febrero, cuando visitaron Kitale.

De algún modo, no pude saber cómo, consigueron el teléfono del padre de Kevin. Se habló con él para concretar una entrevista y encarecerle que se hiciera cargo de su hijo; ya estamos a finales de febrero. Por aquel entonces, Ex-Street Children había proporcionado a Kevin ropa nueva y ya no parecía un niño de la calle.


El padre de Kevin dijo que pasaría por la oficina de Ex-Street Children el 4 o el 5 de marzo, pero ya han pasado un par de semanas y no hay noticias de él. Su teléfono está desconectado y ayer fue uno de los jefes a Kitale para saber qué está pasando. Mientras, Kevin va todos los días a la oficina y pregunta cuándo podrá ir a casa. Me dicen que está contento pero me temo que empiece a pensar que le hemos mentido.

En la oficina hay una carpeta para cada niño o niña, con sus datos y sus circunstancias. Las historias son distintas para cada uno pero el fondo es siempre el mismo. Este es el caso de Kevin Lorio, que sigue esperando, pero hay centenares de niños como él.

martes, 17 de marzo de 2009

Al estilo triatleta

Siempre me han gustado las llegadas en el triatlón: el ganador se toma su tiempo en los últimos metros y, al cruzar la meta, agarra la cinta con los brazos y la levanta. La foto es para enmarcarla y los patrocinadores están muy agradecidos, pues se les ve en su totalidad. Pero en una media maratón... no piensan que vas a coger la cinta con tus manos y se crea un forcejeo que es fácil saber cómo acabará:


Donde antes había una cinta... ahora tenemos dos. Pero anécdotas aparte, el caso es que mi mes en Kenia (que no fue tan intenso en entrenamientos como publicaron en la web) está dando sus frutos. Sin apenas hacer series y contando que antes de marcharme hice una hora y cuarto, ganar en Calella con 1h07'25" (aquí los resultados enteros) es un gran resultado.

Dentro de tres semanas correré la media maratón de Madrid y el 26 de abril, en Hamburgo, se celebrará el segundo capítulo de "Un buen binomio" (y ojalá salga mejor todavía). Mientras, puedo decir que la Mitja Marató de Calella tiene un circuito muy bueno y es posible que sea una media de referencia para los próximos años, no en vano quieren organizar el campeonato de España de media en 2011.

lunes, 16 de marzo de 2009

Indirectas

Ayer se celebró la Mitja Marató de Calella. Con un circuito muy llano, al lado del mar y 1200 participantes en su primera edición, la estancia en Kenia empieza a dar sus frutos. Mañana explicaré qué tal fue la carrera; hoy me centraré en un detalle muy concreto.

Cuando el año pasado me regalaron en un cross en Bélgica (aquí lo explicaba) 4 latas de cerveza, un paquete de espaguetis de 375g, un champú y un trozo de toalla, pensé que nunca me regalarían nada más extraño. Estaba equivocado: ayer se superaron.

Wipp Express era patrocinador oficial de la Mitja de Calella y, al terminar, a todos los participantes les regalaban -nos regalaban- un paquete de detergente en polvo de más de 4kg. Nunca he sido muy ducho en lavar la ropa (un mes en Kenia lo atestigua; los vaqueros casi se mantenían en pie a finales de febrero y no hablemos de los calcetines...). Empiezo a pensar, sin embargo, que el regalo era una indirecta: el 80% de los participantes -a ojo- éramos hombres. ¿O será la excusa perfecta para que las mujeres se animen a correr? Creo que este regalo generará un pequeño debate en algunas casas.

Mientras, podemos deleitarnos con unos anuncios ochenteros, aqeullos que afirmaban que "el frotar se va a acabar":




viernes, 13 de marzo de 2009

Furbol



No es swahili pero todo el mundo lo entiende. Aunque dejé de interesarme hace tiempo por los resultados de la primera división y todos sus tentáculos, no puedo decir lo mismo si hablamos de jugar.

Con el tiempo he descubierto que un balón puede crear enemistades en mi país pero que resulta un instrumento de convivencia en otros lugares del mundo. Cuando la situación entre razas se hace peligrosa, basta tener un balón cerca para romper el hielo. Recuerdo, y me encanta, el partidillo que organizó mi hermano en Nazaret, en las Navidades de 2006. Había judíos y palestinos y tres de mis hermanos y mi padre y yo. Se hacía difícil decir "pásamela" o "eres un chupón" o "¿quieres ponerte de portero?" pero nos lo pasamos en grande.

Mi último miércoles en Kenia también hubo partido. Después de la improvisación con unas botellitas de plástico, un voluntario consiguió un balón para jugar. No hizo falta buscar jugadores; simplemente aparecieron.


Al final de Eldoret, donde un descampado permite jugar a fútbol, colocamos varios abrigos a modo de portería y los que encontraron zapatos por el camino se fueron equipando. Los niños de la calle, que a las diez de la mañana no van al colegio, empezaron a venir de todas direcciones. Lo que empezó siendo un partido más o menos organizado -no influían los baches ni los setos ni el río...- acabó por convertirse en algo parecido a una guerra: a las doce, después de 2 horitas de juego, contamos 60 niños en el terreno de juego. Y lo más curioso es que ¡¡¡quedamos 2 a 1!!! ¿Cómo puede haber tanta gente y tan pocos goles?

jueves, 12 de marzo de 2009

Swahili básico

Aunque el inglés es idioma oficial en Kenia y en la escuela se enseña todo en inglés excepto la asignatura de swahili, resulta difícil entenderse con los niños. En casa, la gente mezcla en swahili con la lengua de su tribu (kalenjin, kikuyu, turkana, luo...) dejando al inglés un poco de lado. Se hace, por lo tanto, necesario aprender un vocabulario básico si quieres caer bien.

Al llegar te dirán Karibu (bienvenido) y lo lógico es que respondas con una cara de "¿qué me has llamado?" Pero pronto te acostumbrarás y luego te cambiarán a Habari que debe tener como respuesta Mzuri. Descubres que la M con la Z es un sonido extraño al que no estamos acostumbrados; nada más fácil: le camuflas una U y pronuncias muzuri. Entre emes y zetas, sin embargo, descubres un adjetivo. Sales a la calle y escuchas Mzungu por aquí Mzungu por allá. ¿Qué será mzungu; no saben que me llamo Marc? Basta preguntar para salir de dudas: mzungu significa "hombre blanco". Aaaaah, gracias. Ahora al escuchar mzungu ya se que se refieren a mí.

Lo mejor para aprender un idioma es buscar reglas nemotécnicas. Si el rey león nos enseñó que Rafiki significa "amigo" y Hakuna matata es "no hay camino", no pude disociar la salutación "¿Cómo estás?" de los cómicos del Tricicle. En swahili utilizan la forma familiar de ¿Sasa? y la respuesta es Poa. Si se pronuncia a la vez que se da la mano y se alargan las vocales, no deja de ser gracioso: ¿Sasaaaaaa? Pooooooaaaaaaaaaa. Parece que lances una botella a lo lejos y haga Chooooooooffffff.

Otras palabras muy útiles para que te hagan caso es "ven", "vete" y "vamos"; Kuja, Enda y Twende, respectivamente. Para la primera, me imagino a la ministra que limpia escaleras diciendo "escucha".

Luego están los números (del 1 al 10): Moja, Mpili, Tatu, Nne, Tano, Sita, Saba, Nane, Tisa y Kumi; los días de la semana (empezando por el lunes): Jumtatu, Jumanne, Jumatano, Alhamisi, Ijumaa, Jumamosi y Jumapili. Y terminas por preguntar vocabulario menos básico pero más útil: Mrembo (guap@), Msichana (chica), Kijama (chico) y Nakupenda (te quiero).

Si la lección os ha gustado, Tuonane kesho.

miércoles, 11 de marzo de 2009

La prueba de fuego

Joan me manda una foto de mi media maratón de Granollers. La semana anterior me había hecho una analítica (39% de hematocrito) y al terminar la carrera y llegar a casa descubrí que tenía fiebre (38,5ºC). El resultado, algo parecido a una hora y cuarto corriendo, parece que me hacía mucha gracia:


Ahora estoy mucho mejor. He pasado cuatro semanas en Kenia, mi hematocrito ha llegado al 43% y el domingo me testaré de nuevo sobre los 21kms. Será al lado de casa, al lado de Sant Pol de Mar, en la media maratón de Calella. Espero reírme tanto como en Granollers, pero con un resultado mucho mejor. Sería la confirmación de que mi escapada a Kenia ha sido un éxito.

PD: No me preguntéis por qué me reía en la foto porque realmente no tengo ni idea; estaríamos contándonos algún chiste con Rosa Morató, jeje.


martes, 10 de marzo de 2009

Fotos de los trials (II)

Ya son las diez de la mañana y las sénior se preparan para ir a la línea de salida. De entre todas las participantes destaca Linet Masai: tiene 19 años y dice que empezó a hacer atletismo en 2005, cuando su hermano Moses se proclamó campeón africano júnior de 5000 y 10000; pensó que podía emularlo y en 2007 ganó el mundial junior de cross y en el 2008 quedó cuarta en los Juegos Olímpicos batiendo el récord del mundo júnior de la china Huina Ching, además de quedar tercera en el mundial de cross ya en categoría sénior. Es la de las zapatillas rojas:


El sol empieza a calentar de lo lindo pero no es el único factor a tener en cuenta. En esta panorámica de la carrera puede verse lo alta que está la hierba y el viento que agita las banderas al fondo.


Las corredoras se colocan en fila para aprovechar un sendero de un palmo de ancho, donde no ha crecido el césped y, por lo tanto, es menos difícil dar una zancada tras otra. Los kilómetros van pasando (corren 8) y el grupo de cabeza empieza a reducirse; aquí es más difícil ver a atletas sin zapatillas. La carrera tiene menos emoción que en las pruebas júniors, donde las sorpresas son constantes pero a falta de 1000 metros para la meta, cuando sólo quedan tres corredoras para disputarse la victoria, Linet Masai se descuelga y no consigue disputar el sprint.


El comentarista, medio en inglés medio en swahili, parece atónito ante la realidad y el publico, ausente durante las carreras anteriores, abarrota los alrededores del circuito haciendo difícil saber quién es la chica que va delante. Se llama Florence Kiplagat, es compañera de Linet en las filas de la Policia Keniana (2102) y no estuvo lesionada el año pasado como comenté en la otra entrada: había sido madre. El padre, que no tuvo que soportar un embarazo pero que sí estuvo retirado de las carreras durante el mismo periodo de tiempo por culpa de una lesión, se impuso en la carrera masculina:



Se llama Moses Mosop y descubro que corrimos juntos el mundial de cross de Laussane. Mientras Eliud Kipchoge ganó la carrera y yo quedé el 69º, Moses Mosop se clasificó en 7ª posición. En la foto (faltan poco más de 1000 metros para la meta), se puede ver que el circuito no siempre era de hierba; en algunas ocasiones se corría por arena blanda, aplastada por el paso continuo de los caballos. También se ve al fondo algo parecido a la torre de control. Allí se colocaba el spiker y en las escaleras, los aficionados que buscaban, al fondo, el reguero de atletas que Mosop había ido descolgando minuto tras minuto.

Para terminar, sólo puedo añadir que en otra ocasión quizá me anime a correr. Los kenianos suelen ser muy buenos corredores pero esta máxima no significa que todos los que participan en los trials tengan que ganarme. Aquí está un héroe que terminó muchos minutos después de Moses Mosop, con cara de sufrimiento, pero aplaudido hasta la saciedad:




lunes, 9 de marzo de 2009

Fotos de los trials

Os prometí publicar algunas fotos de los trials de Kenia de cross y ahora, con un poco de retraso, me lanzo a cumplir mi palabra.

Como os dije, la matinal empezó a las 8 de la mañana con la carrera de júnior chicas. Todas ellas alineadas esperando la orden del juez que las llevara a la línea de salida. Gracias al recorte de periódico, conseguí descubrir quiénes eran las favoritas antes de empezar a correr.


Aquí está Mercy Cherono, terminando de colocarse el dorsal, al frente de su equipo. Sus piernas kilométricas auguran una zancada de campeona que no tardaré en presenciar. Lleva zapatillas de clavos, pero no es algo muy común entre las corredoras. Lo mismo que tampoco es tan típico como en España ver equipaciones bien conjuntadas (en colores y marcas):



El claro ejemplo de que el hábito no hace al monje llegó de la mano de Jackline Chepngeno; enfundada en un pantalón estilo baloncesto -amarillo- y una camiseta de tirantes -rosa- y sin zapatillas, consiguió la medalla de bronce y la clasificación directa para el mundial. Sin embargo, algo malo puede pasar. Acostumbrada a correr siempre descalza, es muy probable que alguna marca deportiva le regale unas zapatillas de clavos para que utilice en el mundial; si no está habituada a ellas, lo más fácil es que le produzcan ampollas en los pies y, teniendo calidada para pelear por una medalla, se tenga que conformar con un puesto muy discreto si no con acabar retirándose.


Después de esta carrera, sin embargo, llegó el turno de los júniors chicos. El juez les mandó a la salida veinte minutos antes de la hora oficial, teniendo que esperarse bastante y sin apenas moverse. Hicieron algún progresivo, lo suficente para salir el primer kilómetro muy por debajo de 3 minutos (recordad: 1700m de altitud, césped muy alto, las 9 de la mañana, viento...). Con esta calidad, no es de extrañar que el cuerpo nacional de policía y los oficiales de las prisiones se fijen en ellos para emplearles. ¿Os imagináis a los policías de España con menos de 28 minutos en 10.000m?Seguimos el relato. Aquí va el grupo de cabeza: 2241 (Japhet Korir, lo ganó todo antes de los trials y se desgastó tanto durante la carrera que acabó tercero); el larguirucho que se tapa el dorsal (Titus Mbishei, finalmente 5º); los demás no sé quiénes son y, lo más curioso, es que no se ven en esta foto ni el primer clasificado (John Kempboi, que iba 6º hasta falta de 1km para la meta) ni el segundo (Paul Tonui).



Mañana, más fotos y comentarios sobre las carreras senior.

jueves, 5 de marzo de 2009

Las wheel-shoes

Ya estoy de regreso en España (llegué el lunes por la noche) y no he escrito antes porque al ordenador de casa le ha dado por funcionar un poco mal; espero, no obtante, escribir mucho estos días para contar con todos los detalles lo que ha sido la experiencia keniana.

Todos los domingos, en el Magazine de El Mundo, aparece en la última página una entrevista a algún personaje importante. La gracia del asunto es que hacen referencia al calzado favorito de esa persona. He aquí mi versión:



¿Cómo se ve el mundo desde sus zapatos?
Muy cerca. El contacto es casi directo: los pies se te llenan de polvo, notas todas las piedras del camino...

¿Cuál es la china de su zapato?
No las hay. Caen por el mismo lugar por el que han entrado.

¿A quién daría un pisotón?
Al que me las vendió. Su precio "oficial" es de 100KSh (1€) pero a mí me cobró 150. Ser blanco en Kenia te convierte en el blanco de los vendedores. Bueno, lo cierto es que aceptas pagar un poco más si con ello colaboras a erradicar su pobreza. No le daría un pisotón.

¿Sirven estos zapatos para correr?

A mí no, pero le aseguro que muchos niños son capaces de jugar a fútbol con ellas.

¿Los zapatos de quién le hubiese gustado calzar?
Los de Abebe Bikila en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. A veces damos más importancia a los complementos que a la calidad de la persona; Bikila dio una lección magistral al mundo entero.


¿Por qué estos zapatos?
Porque me recuerdan mi viaje a Kenia, con todos sus detalles. Y porque me enseñan que con las manos se pueden hacer muchas cosas. Que no hace falta tener una carrera universitaria para salir adelante sino instinto y ganas de trabajar.

¿Algo más?
Sí, que son recicladas. Antes habían sido unas ruedas de coche o de camión desgastadas e inútiles. Ahora, por muy poco dinero, se convierten en algo tan útil como unas sandalias. Se eliminan los deshechos, se crea un empleo y se satisface una necesidad.

Interesante. ¿Cuánta gente se dedica a ello?
El hombre al que se las compré trabaja por su cuenta. Compra pneumáticos viejos y, sentado bajo la sombra de un árbol, va creando zapatos. He visto algunas tiendas similares pero es mucho más común la venta de calzado de segunda mano: cuando en Europa ya no nos gusta un par (o se intuye que se está rompiendo), en Kenia se genera un negocio.

¿Ha comprado zapatos de segunda mano?
No, y quizás me arrepienta. Busqué algunos como regalo para mis hermanas pero me pareció demasiado arriesgado. No sé si se las habrían puesto.

¿Comprará algún par si vuelve a Kenia?

No sólo zapatos de seguna mano. Me quedé embobado con las cajas metálicas que construyen para los niños que irán al colegio (internados) a partir de bidones vacíos. Son algo parecido a los baúles de llevan Harry Potter y sus amigos cuando van a Hogwarts. Los hay de diferentes tamaños y su precio ronda los 15€. También se contruyen utensilios de cocina (paellas, ollas...). Si vuelvo a Kenia, que lo tengo en mente, creo que iré sin equipaje y me lo compraré todo allí.