Hace dos años, en 2006, corrí el campeonato de España promesa de 10000 sin la motivación suficiente: llevaba algunas semanas entrenando mal y no esperaba correr bien. Pero sonó la flauta y quedé campeón de España mejorando en casi medio minuto mi marca anterior.
El año pasado, 10 días antes del meeting de Bilbao -donde correría un 10000- me salió un furúnculo donde la espalda cambia de nombre. Me dolía tanto que no me podía sentar e incluso andando me molestaba. Un primo mío me aconsejó el remedio de cierto ciclista del tour de Francia -podeis preguntar a Ander cuál es el remedio o leerlo en "Plomo en los bolsillos"-, pero lo descarté por razones obvias.
Los médicos de la federación me lo curaron a base de bisturí, gasas, gritos -míos- y sudores -de ambos-. Viajé a Bilbao con la duda de si correr o no. Y resulta que no solo corrí sino que además mejoré mi marca nuevamente hasta los actuales 29'21".
Y ayer viajé a Lisboa, pagándome el viaje y con unos últimos entrenamientos deplorables pero confiando en esa estrella que aparece cada vez que corro el 10000. Pero esta vez no sucedió. Lo lógico era que no rindiera como esperaba y la lógica se cumplió. En el km. 4, pensando más en el fracaso que en seguir luchando, opte por retirarme. Y maldigo a la persona que dijo que "retirarse a tiempo es una victoria"; sin duda no era atleta.
En fin, que ahora tocan vacaciones -merecidas o no, eso no importa- y ya las estoy disfrutando en Lisboa. Mañana regreso a casa y volveré a la rutina aunque sin tener que salir a correr durante 2 semanas.
Por cierto, en Brcko no corrio Patrick pero lo hicieron otros kenianos que me habrían relegado a plazas poco importantes y, por lo tanto, poco remuneradas. Quizá no fue un fallo no ir a Bosnia. Aquí los resultados.