lunes, 28 de diciembre de 2009

Volviendo a Kenia

El próximo 8 de enero regresaré a Kenia. Ha pasado casi un año desde que estuve por primera y única vez; ha llegado el momento de volver. Durante todo este tiempo he mantenido el contacto con gente de allí, me han informado de cómo van los niños de la calle y todo lo que se hace por ellos. Todavía queda mucho por hacer, pero están mejor que hace un año.

A petición de Ferran, un lector del blog, se reabre la cuenta para ofrecer donativos para Ex-street children. Los que seáis de "La Caixa" podéis mandarme un e-mail para que os dé el número de cuenta y así no haya comisiones; los demás, podéis hacer lo mismo o donar a través de PayPal cuando active el logo.

Por otro lado, desde Eldoret me han pedido un poco de material que les sería muy útil. Quieren una videocámara para hacer sus propios documentales y colgarlos en la web, un teclado de piano para acompañar los avances que consiguen con el coro, camisetas para los equipos (éstas me las dará el equipo de fútbol de Sant Pol) y poco más. Si alguien que viva cerca de Sant Pol quiere y puede conseguir algo, que me escriba.

Y para terminar, adjunto una noticia que publicó la BBC el 24 de noviembre de este año. Hablan de Ex-street children, del trabajo y las dificultades que tienen al ayudar a los niños de la calle de Eldoret.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Fin de la primera semana


Aunque ya estamos a miércoles, la entrada hace referencia a la semana que terminó. Con 151kms de entrenamiento y tres sesiones de buena calidad, es un buen comienzo para preparar la maratón. Y tan bien comenzó este periodo, que el domingo nos fuimos de excursión.

Con la cercanía de las vacaciones de Navidad, el colectivo de antiguos alumnos del colegio organizó una excursión en la que dipositáramos un belén en el pico de una montaña. Tenía que ser un belén resistente a la intemperie y ligero para no dificultar el traslado hasta la cima, pero sin olvidar el toque artístico que lo haría singular. Dentro de una cueva de corcho, unos alambres representaban el nacimiento de Jesús y unos villancicos con el acompañamiento de una guitarra le daban la bienvenida a su nuevo asentamiento.


El camino, un manto de hojas otoñales, ofrecía unos paisajes de postal y la vista desde la cima, unos segundos sin aliento. Todo salió a pedir de boca y mientras yo bajé corriendo de la montaña y continué trotando por el llano, otros se apresuraron a hacer las butifarras: un manjar digno de excursionistas que clausuró la jornada. Las fotos dan fe de todo ello.



jueves, 17 de diciembre de 2009

Mi trabajo


Desde el pasado 1 de diciembre -y hasta el 5 de enero- trabajo en una residencia de la tercera edad, cerca de casa. Me ocupa las mañanas y me alegra el día, porque los ancianos tienen una manera particular de hablar y de enseñar a los que somos todavía jóvenes. Hay muchas maneras de envejecer, pero todos poseen un encanto particular si pasamos el suficiente tiempo con ellos.


Esta entrada sirve para justificar un poco mi silencio de estos días y para reafirmar que me gusta estar ocupado. Ha hecho falta tener trabajo a diario para poder doblar sesión de entrenamientos (antes directamente me daba pereza porque me sobraba el tiempo). Ahora me he organizado mejor y, a la vez, me siento más feliz: aprovecho el tiempo.


Empiezo a trabajar a las 9 de la mañana así que a las 7 ya salgo a correr; vuelvo y me ducho, desayuno leyendo los e-mails y recorro en bici los 4km que hay de mi casa al trabajo. A la 1 del mediodía, al terminar, de vuelta con la bici. Y si tengo la tarde complicada, vuelvo a entrenar. Luego a comer, un pelín de siesta y a lo que toque. Otra opción es comer antes y esperar a las 7:30 de la tarde para entrenar con el grupo.


Llevaba tiempo buscando algo así y justo lo encontré cuando ya sabía que me iba Kenia al cabo de poco. Qué le vamos a hacer; por lo menos coincide con el inicio de la preparación para la maratón de Barcelona y confío en que me ayude a conseguir el objetivo.


Tiempo para entrenar, cercanía para ir en bici, en un entorno privilegiado, con un equipo muy agradable... ¿qué más se le puede pedir a un trabajo?

lunes, 14 de diciembre de 2009

El cross no engaña

Después de muchos meses sin correr cross, el cuerpo se resiente. El asfalto, como la pista, sobrecargan muchísimo, pero permiten llevar ritmos uniformes y desplazarse con facilidad; el cross no.

Como anunciaba en la última entrada, el domingo corrí el cross de Granollers, el único cross internacional en Catalunya. Lo había corrido de cadete y de juvenil; creo que también de júnior, pero no estoy seguro. Total, que nos conocíamos pero llevábamos tiempo sin vernos. Y nos vimos durante mucho rato el domingo. No sé si será porque la semana ha sido un pelín dura o porque forcé en los primeros dos kilómetros, pero lo pasé bastante mal.

No encontré mi ritmo y, sin notarme ahogado (sólo muy cansado de piernas), ralenticé y ralenticé mi marcha. ¡¡Con lo que me gustaba el cross hace unos años y lo duro que se me está volviendo ahora!!

En fin, hoy empieza la primera de las 12 semanas de preparación específica para la maratón de Barcelona y, como sé que muchos queréis que os cuente un poco más de mis entrenamientos, en la columna de la izquierda apuntaré lo que haga cada día. Espero que os guste.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Vídeo de la media maratón de Mataró

Como dice Rafa en los comentarios del post anterior, aparezco siempre mirando el reloj. Con mi entrenador habíamos decidido correr la media de Mataró al trote vivo y sin forzar demasiado en los primeros kilómetros. De ahí que al comienzo no estuviera con el grupo de cabeza, al que fui acercándome poco a poco (sin contar a Jordi Comas ni a Kemboi Cosmers, claro).

Hasta el kilómetro 15, mi pulso fue siempre entre 160 y 165, y empezó a subir a partir de entonces hasta el esprint final con Perico. Se cumplió una semana buena de entrenamientos y espero no haber acumulado fatiga para el cross de Granollers de este domingo, donde volveremos a estar los tres primeros y se nos suman Juan Carlos Higuero, Reyes Estévez, José Luís Blanco, Angel Mullera, Roger Roca... Mi primer cross de la temporada y, como está diseñada, quizá el único.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Qué dolor de brazos


Imaginaros que corréis una media maratón -venga, haced el esfuerzo, que sólo son 21kms y un pequeño pico- y, al llegar a meta, os empiezan a cargar de regalos y más regalos. El dolor de las piernas empieza a desaparecer sustituido por el dolor que llega a los brazos. Si por lo menos tuvieran la decencia de avisar que conviene llegar con fuerzas... De la meta al coche hay todavía un cacho y la foto ilustra lo que cada corredor se lleva a casa por el simple hecho de participar:


Para que quede constancia, elaboro una lista de los regalos:


  • Don Limpio limpieza más cuidado madera (1800ml)
  • Don Limpio Baño (1000ml)
  • 2 Fairy Ultra (940ml)
  • 4 Herbal Essences Fruit Fusions (200ml)
  • 2 Ariel Excel Gel (629ml)
  • 2 Ariel Jabón (2200ml)
  • Bebida Sunny Delight (1000ml)
  • Gatorade (1000ml)
  • Caldo de paella Aneta (1000ml)
  • 40 pastillas Fairy Ultra Caps
  • Champú H&S
  • Un mantel
  • Un cepillo de dientes Oral B
  • Tiritas y varios para los pies
  • Una manzana
  • Un botellín Font Vella (330ml)
  • Cheque de 300€ (ese no era para todos los participantes, jeje)

El año pasado, en la media maratón de Calella, nos regalaron 5kg de Wipp Express; este año, en la media maratón de Mataró, han superado todos las expectativas que tenía en cuanto a "bolsa del corredor". Eso sí, hay que aparcar el coche cerca o pedir ayuda.

En cuanto a la carrera, es un circuito rápido si no sopla el viento y poco más se puede añadir. Cada año participa más gente y lo encuentro lógico. Los 15€ de la inscripción están de sobra justificados. ¿Será una nueva manera de hacer la compra?

Toda la información de la carrera y los resultados, aquí.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Los 10km de Basilea

Escribo desde un bar de Mulhouse, Francia, la crónica del fin de semana, cuando faltan tres horas para mi tren: el Corail-Lunéa 4292. Al ser un tren nacional (desde Mulhouse hasta la frontera con España) espero no tener la misma experiencia que con el tren de ida.

El tren-hotel de Barcelona a Suiza es muy cómodo -los compartimentos sólo tienen cuatro camas- y en lugar de ser catres desplegables, son estructuras con colchones mullidos. Además, si tienes billete de gran clase -no era mi caso- te invitan a cenar de manter y tenedor; lo mismo puedes hacer si pagas unos 30€. Lo que no avisan en el precio es que a las cinco los franceses y a las siete los suizos, los gendarmes entrarán al vagón con perros rastreadores en busca de droga en las maletas. Aunque los colchones son cómodos, al final me desvelé.

De Berna a Basilea es apenas una hora de tren rápido (26€, casi nada) y el Hilton está a cien metros de la estación central. Eso implica que me instalé a las 10 de la mañana y Dan y Erik llegaron a las 8 de la noche. Visté Basilea arriba y abajo, comí un kebab, prové la sauna del hotel y juntos nos fuimos a cenar pasta.

El sábado despertamos a las 8 de la mañana para correr veinte minutos tranquilamente y... desayuno XXXL. Para que os hagáis una idea de cómo fue nuestro desayuno, la carrera era a las 20:20 y nuestro almuerzo, una manzana. Volvimos a la sauna de nuevo -aunque muchos recomiendan que no se tomen saunas 24h antes de las carreras- y nos sentó de maravilla.

Se acercaba la hora de la carrera y nos preparamos. Son cuatro vueltas y media, con un desnivel a favor final de 12m pero sin ningún metro llano. En las clasificaciones podéis ver que fui el más rápido en la 1.5 vuelta, pero de los lentitos en la 2.5. Quería salir tranquilo y lo conseguí, pero los primeros también salieron tranquilos y me animé a pillarlos. Pagué el esfuerzo a la fuerza, pero me recompuse y acabé en menos de 30'. La última vez que corrí así de rápido fue en junio de 2007, en el meeting de Bilbao. Y me he alegrado mogollón.

Después de la carrera se celebró una cena bufet en el Hilton que fue XXL. Nuestras barrigas apenas nos han dejado dormir para a las 8 de la mañana salir a correr de nuevo, esta vez durante más de una hora. Y de nuevo un desayuno XXXL y otra sauna, de las muy largas, hasta coger un tren hacia Mulhouse mientras Dan y Erik viajan en coche hasta Austria a preparar otra carrera para la semana que viene.

Este es el fin de la crónica. Ahora misa en la iglesia de S. Marie, un kebab para cenar y dulces sueños con el tran-tran para despertar cuando el sol se asome por el mediterráneo.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Trenes, Hiltons y carreras

Parece un déjà vu, pero es una segunda parte. Terminados los 10km de Praga, mientras el terceto formado por Dan, Phil y yo lo celebrábamos con las cervezas checas, Phil nos contó que en su Basilea natal también se disputaba una carrera de 10km donde el hotel Hilton aparecía como patrocinador. No le faltó añadir más.

Mañana jueves subo al tren-hotel con destino Berna, doce horas de tran-tran y luego otra más hasta Basilea. Allí sólo tengo que preguntar por el Hilton y esperar el reencuentro con Dan, Phil y Erik, el alemán que estudia en Finlandia -lo conocí en Stromstad durante el interrail- y que hizo 2h21' en la maratón de Berlín de este año.

La carrera masculina será a las 20:20, dando cuatro vueltas y media a un circuito del centro de la ciudad. Toda la información, en alemán, en esta página web.

Terminada la carrera, seguiremos hablando de los nuevos viajes y proyectos, que seguro que aparece algún dato importante. Le preguntaré a Dan por la media maratón de Chipre, que se ganó con 1h08' y dan 1200€ al ganador. Y comeremos algún kebab.

Y el domingo, desde Molhouse, en un coráil-lunea llegaré a Portbou. Otras doce horas de tran-tran y luego otra más hasta Girona.

domingo, 22 de noviembre de 2009

El día más señalado de Cipri


Así titulaba R. Martí el artículo sobre las opciones de Cipri en la maratón de Zaragoza. Este funcionario, conocido en el blog por sus viajes con zapatillas, acaba de terminar tercero en la maratón más importante de su comunidad autónoma y como mejor atleta español. En junio ganó la maratón de Langreo, luego el interraíl (con no poco éxito) y ahora 2h25'37" en Zaragoza. Es un fenómeno.

PD: Dan ha quedado tercero en la media maratón de Chipre. Aquí los resultados.

viernes, 20 de noviembre de 2009

HAPANA

Hoy es 20 de noviembre, día de la infancia. Y este blog, junto con otros miles y miles, se une a la blogocampaña contra la pornografía infantil. El mensaje es claro: HAPANA.





Al llegar el día de hoy me encontraba en sequía de ideas; quería unirme a la blogocampaña pero me faltaba algo que adjuntar al vídeo. Hapana es la solución; hapana es una palabra swahili y significa NO. No es tan tajante, pero permite alargar las vocales hasta el punto de parecerse al "dóooonde vaaaaaas".

Pues eso, a la pornografía infantil: ¡HAPANA!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Una imagen vale más que mil palabras

Hace cosa de un mes (o quizá dos) cambié la foto que encabeza este blog. Corresponde a la salida de los 10km de Stromstad (Suecia) y en ella salimos Cipri y yo. Dan también estaba allí, pero no se le ve. En esa carrera me dieron el número uno como dorsal y fue mi peor resultado del viaje. La imagen explica bastante bien el porqué.


Más adelante viajé a Macedonia. No tenía el número uno (bueno, tenía dos), pero el resultado fue muy diferente. Allí corrí 30km y gané. Publiqué una entrada sobre la carrera -muy decorada, claro- pero una imagen vale más que mil palabras y creo que debo a los lectores una explicación. ¿Qué os parece mi resultado después de comparar estas imágenes?



martes, 17 de noviembre de 2009

Y tú, ¿qué zapatilla eres?


Hace un par de semanas visité la sede de ASICS iberia, en el Prat de Llobregat, para hacerme el "Foot ID": el carné de identidad de mis pies. Una nueva publicidad está recorriendo España y, a simple vista, parece más guay que la tradicional. Las grandes compañías que desean introducir productos en el mercado seleccionan a algunos de sus posibles clientes y les regalan el producto a cambio de repercusión (imagen, publicaciones en blogs y redes sociales, comentarios en foros...).


El Foot ID de ASICS consiste en escanear los pies del deportista y, en función de los resultados, regalarle un par de zapatillas u otro. Para la ocasión, ASICS ha seleccionado dos de sus mejores zapatillas de rodajes: robustas, reforzadas, pesadas y con buenísima amortiguación. No son las que yo escogería para competir pero sí son geniales para corredores con más de 80kg y para todos aquellos que quieran trotar sin perjudicar sus articulaciones. Estas son la Nimbus (para supinadores) y la Kayano (para pronadores).


Analizando mi pisada, tengo tendencia a la pronación y ésta se acentúa en mi pie derecho (2,6º por 5,6º). Ambos son un poco planos y el derecho, al serlo más, también es más largo. Esto coincide con mi tendencia a la fascitis en el pie derecho y me huelo que el escafoides tiende a migrar hacia craneal procudiendo un derrumbe del arco plantar. La solución, para tal caso, pasará por fortalecer el tibial posterior y devolver el escafoides a su sitio.


No digo que las Kayano sean las mejores zapatillas del mundo, aunque Runner's World la hayan seleccionado como mejor zapatilla del año, si no que son unas zapatillas geniales. Para mí, la mejor zapatilla es la que cumple las exigencias que le pidas. Si eres pronador, quieres proteger tus articulaciones y no eres un peso pluma: las Kayano son las mejores zapatillas del mundo. Si quieres las mismas prestaciones, pero eres supinador, quédate con las Nimbus. Pero siempre, déjate asesorar y escoge el calzado que mejor se adapte a ti. Prevenir las lesiones empieza por escoger una buena zapatilla.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Y un bocadillo al terminar

Los que hayan leído el "perfil" de quien escribe, sabrán que me gusta que me den un bocadillo al terminar las carreras. Si puede ser, de butifarra. Me gusta el pan -crujiente- con tomate, bien aliñado con aceite de oliva y, rebosando por ambos extremos, una butifarra recién sacada de la parrilla; chamuscada su corteza, jugosa su pulpa. Pero hace tiempo que no consigo este tesoro.


El sábado pasado corrí en Cerdanyola del Vallès. Se disputaba la XXIII edición de las 5 millas nocturnas y en el cartel informativo avisaban que al terminar se ofrecería a los participantes una bolsa con obsequios y un bocadillo. Ingenuo, soñé con un bocadillo de butifarra y le conté a Dan todo lo que podía esperar de un bocadillo de butifarra. Por si fuera poco, le animé a llegar de los primeros (no sólo por los premios en metálico), ya que así podías escoger el mejor bocadillo, ese que te recompensaba el esfuerzo y el sudor de la carrera. Pero me equivoqué.


El bocadillo era frío, estaba envuelto en papel de celofán, no crujía y su sabor dependía de la bolsa que te dieran. El mío era de chorizo barato; el de Dan de queso insípido. La carrera salió genial, pero la próxima vez leeré mejor el cartel informativo.


Aquí la noticia (en catalán) y la clasificación.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Recuperarse de la Behobia

Puedo asegurar, sin miedo a equivocarme, que la Behobia ha sido una de las carreras más duras que he corrido; he participado en carreras más largas, pero nunca con la impresión de que si aflojaba un pelín me alcanzaría el grupo perseguidor. Y a los lectores les ha hecho gracia mi dieta pre-competición. Ahora toca hablar de los días posteriores a la Behobia.


A nivel de entrenamiento, he descansado bastante. La zona interna e inferior de la rodilla (la pata de ganso) me dolía bastante y no quería forzarla. Un poco de rodaje por aquí, otro poco por allá y autotratamiento de la zona: masaje profundo y deslizamiento medial de la tibia respecto del fémur. Pero al ser una lesión tendinosa, hace falta algo más.


Durante la carrera de fisioterapia (y sabiendo que algún día me gustaría terminar la carrera de nutrición), nos hablaron de la importancia que tiene la dieta en la recuperación -y prevención- de las lesiones. Y más o menos lo aplico, aunque siempre leyendo los enunciados como me apetezca.


El tendón está formado por colágeno y éste, por aminoácidos. Los mejores alimentos para conseguir aminoácidos son la leche y los huevos (que no faltan en mi dieta ni en el chocolate con churros, jeje) y también en la carne. Pero para reconstruir el colágeno dañado hace falta también alcalinizar el medio, subir el pH. Y aquí entra una tradición otoñal que no me quiero saltar:

Las castañas son un alimento de bajo aporte calórico, muy ricas en vitamina C y en magnesio y sin apenas grasa, con gran potencial alcalino. Además, prepararlas en casa siempre implica un poco de fiesta, por aquello de prender el fuego y sufrir -como demuestra mi cara- que cerca del fuego uno casi se quema mientras espere que le fotografíen.


El arte está en encontrar otros alimentos que ayuden a recuperarse de la lesión y, además, combinen entre ellos. Y aquí entra el vino: resulta que los estudios han demostrado que los compuestos fenólicos del vino estabilizan el colágeno e incluso inhiben la colagenasa, la enzima que se dedica a degradar el colágeno. Y a Dan le hizo mucha gracia ver cómo los catalanes nos bebemos el vino.

PD: todo sea para no lesionarse.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Al mal tiempo, buena cara


Esta foto apareció en la edición del lunes del Diario Vasco. El pie lo deja claro, pero yo añadiría algo: me equivoqué de fotógrafo.


Como sabía que Sergio me esperaba en el puente del Kursaal, intenté sonreír (y Michelena inmortalizó el momento). Sólo veinte metros más adelante, la sonrisa despareció y dejó paso al sufrimiento por la que estaba cayendo (y Sergio inmortalizó el momento).

martes, 10 de noviembre de 2009

Menudo fin de semana en San Sebastián (II)

Como ya avisaba ayer, los truenos nos despertaron pasadas las cinco de la mañana. Las habitaciones de la cuarta planta del hotel San Sebastián tienen terraza, pero no pudimos ni asomarnos; al horizonte, a ratos, dejábamos de ver el Atlántico por la densidad de la lluvia. Y seguimos durmiendo hasta las siete y media, cuando bajamos a desayunar.

Poco más allá de las ocho anduvimos hasta la estación de tren. Un servicio especial conectaba San Sebastián con Irún, donde unos autobuses lanzadera nos acercaban a Behobia. Y aunque todavía no habíamos corrido, se respiraba mucha humanidad; varios atletas vestían bolsas de basura, el mejor chubasquero desechable nunca inventado y que nosotros no teníamos.


Nos dedicamos a seguir a la multitud; la zona de la salida iba convirtiéndose en caótica por momentos. Un camión recogía las bolsas de los corredores; la lluvia daba un momento de tregua y el frío ponía la piel de gallina; calentamos arriba y abajo una calle poligonal; nos hicimos una foto con la bandera de la Real (todavía ahora no sé por qué) y sonó el disparo de la salida.

El viento soplaba de cara y la creencia popular promulgaba que soplaría de cara durante los 20km. Los grupos se hacían y desacían cada pocos segundos; todos los atletas buscaban rebufos; Chema jugaba a los abanicos con sus dos compañeros del primer kilómetro... Atrás tiraba Rafa Iglesias y un larguísimo rosario le seguíamos, un rosario que iba perdiendo cuentas. Roger Roca cedía un par de metros y varios le adelantamos; Martín Fiz perdió el enlace con Rafa y tanto Asier Cuevas como yo le adelatamos. Y Rafa seguía a la aventura y yo me fui a por él; lo conseguí, pero el ritmo era demasiado alto para mí: iba a la caza de Chema. No habíamos recorrido ni dos kilómetros.


Cayó piedra, llovió a mares, sopló el viento y se calmó el día. Rafa atacó a Chema antes de coronar el Alto de Gaintxurizketa. Un motorista me cantaba las referencias con el dúo de cabeza mientras yo le preguntaba cómo iban los de atrás. Me perseguía un grupo de siete, a veces a veinte segundos, a veces a cuarenta. El público no paraba de animar, me decían que Chema estaba ahí delante, que lo tenía a tiro y yo sólo me preocupaba de saber si los de atrás se acercaban o se alejaban. Por ahora se alejaban.


Y llegué a Lezo. Ander suele ver la Behobia desde allí, buscando entre la muchedumbre a todos sus amigos (hasta que se marea con la marea humana y se va a casa). Para evitarle ese estado, le aseguré que pasaría de los primeros, de los que no mareamos. Y le vi en la parte derecha de la carrera, con su abrigo del Tour de Francia; y me acerqué a él para chocarle la mano mientras me gritaba que estaba haciendo un carrerón y que bien me merecía una txapela "así de grande" (mientras separaba los brazos tanto como se lo permitían los hombros).


Cada vez faltaba menos y las fuerzas se me agotaban. Buscaba los carteles de los kilómetros con deseperación mientras calculaba que si llevaba más de medio minuto a los perseguidores, era casi imposible no quedar tercero. A Chema hacía rato que no le veía, pero me daba igual. Mi única preocupación a partir de ahora era llegar al puente del Kursaal y poner buena cara, porque Sergio me estaba esperando allí con su cámara. Y lo intenté, pero unos segundos antes se enfureció de nuevo la naturaleza; tanto, que en el puente sólo quedamos Sergio y yo:



Y aquí acaba la crónica de la carrera, la mejor que he corrido nunca: la Behobia-San Sebastián. Supongo que a partir de ahora será una clásica de mi temporada y, como dije hace pocos días, seguiré entrenando y mejorando para conseguir la txapela, ahora que ya sé todo lo que significa.



[Esta última foto es de DJMARY; tenéis muchas más de la carrera en http://www.fotorunners.es/]

lunes, 9 de noviembre de 2009

Menudo fin de semana en San Sebastián (I)

La aventura del pasado fin de semana ha sido tan intensa que necesitaré un par de entradas al blog para explicarla entera. Comienza el viernes por la tarde, cuando subimos al coche, en Sant Pol de Mar, mis padres, Dan y yo. Hasta Pamplona, primera parada, tenemos unas cinco horas.

Llegamos allí a la hora de la cena y Mòmo nos esperaba impacientemente -y Joana también- para sentarnos a la mesa y disfrutar de una sopa de puerros riquísima y un poco de carne a la plancha. El piso de Mòmo no es muy grande y tuvimos que robar algún colchón de los vecinos para poder dormir todos: mis padres en el sofá cama, Joana en su cama y Mòmo en el nido, yo en la cama de Mòmo y Dan en el colchón prestado. Salió a la perfección, dormimos de una tirada y al día siguiente corrimos unos metros del camino de Santiago para mover las piernas.

A mediodía habíamos quedado en San Sebastián con amigos de Mòmo y Joana, pero en mi coche sólo cabíamos cinco. Los vecinos de Mòmo, que son geniales -son los que nos prestaron el colchón-, nos cambiaron el coche por un día. Empezaba a diluviar y nos constó un buen rato encontrarnos; nuestras caras reflejaban esa desesperación y el amigo de Mòmo, Ono, recomendó tomar algunos pintxos para fortalecernos. Entonces aprovechamos para llamar a Sergio y familia, que también pasaron por ahí a tomar algún pintxo. Lo comitiva crecía y crecía mientras los pintxos se agotaban y llegó el momento de ir a comer. Los suegros de Ono habían preparado pasta y pescado en honor a los atletas, pero fue muy difícil complacerles; sólo pude con un pelín.








Fuera seguía lloviendo y nos teníamos que ir. Dan y yo debíamos dejar las maletas en el hotel y recoger los dorsales en el Kursaal, mientras llamábamos a Ander para vernos un rato y proponernos nuevas aventuras el uno al otro. Nos separamos (Dan, mi madre y yo a por los dorsales; los demás [Mòmo, Joana, mi padre, Hono, su mujer y sus dos niños] a por Ander) y nos encontramos en el puente del Kursaal. Paseamos por las calles del centro, visitamos una iglesia -no recuerdo cuál- y entramos en un bar a tomar chocolate caliente con churros. El frío apretaba y Ander tenía que irse (quedamos en vernos en Lezo -km 12 de la Behobia- al día siguiete) y lo mismo hizo mi familia, que dormían de nuevo en Pamplona. Ono y su familia nos dejaron en el hotel y Dan y yo nos relajamos un momento.


El día había sido agotador y decidimos que lo mejor que podíamos hacer era cenar algún pintxo e ir a la cama. Al final tocaron cuatro por cabeza y un par de cervezas cada uno, lo mejor para conciliar el sueño, hasta que algunos truenos sobre las cinco de la mañana nos empezaron a despertar. Pero eso ya forma parte de la segunda entrada sobre la Behobia, la que espero publicar mañana.

viernes, 6 de noviembre de 2009

De Behobia y txapelas


Ahora que ya sé lo que significan las txapelas (tenéis que leer este blog), me dará más rabia no ganar en la Behobia-San Sebastián. Pero espero pelear duro y quedar cerca del podio, lo más cerca mejor, y año a año acercarme al título de txapeldun.


Toda la información de la carrera, en la página web: http://www.behobia-sansebastian.com/

martes, 3 de noviembre de 2009

Planeta Running


Aquí está el artículo sobre el interrail que he publicado en Planeta Running, una revista amena sobre el correr y demás extravagancias. Espero que os guste y, si queréis, la encontraréis en los quioscos españoles.

Podéis leerlo completo pinchando aquí.

PD: Se aceptan críticas, por aquello de ir mejorando. No descarto hacer una segunda edición del interrail con zapatillas y espero organizarlo con más tiempo para que seamos un buen grupo de amigos y atletas los que corramos para no perder el tren. ¿Qué os parece la iniciativa?

domingo, 1 de noviembre de 2009

El día a día

He empezado a trabajar en la UIC, pero sólo un día a la semana. Los demás días me aburro bastante y gracias a la compañía de Dan van pasado de manera más agradable. Él ya está recuperado de su maratón en Varsovia y juntos vamos metiendo kilómetros a las piernas. Tantos y tan bonitos, que una vez incluso nos llevamos la cámara para sacarnos fotos. He aquí algunas:





Como os podéis imaginar, colocábamos el temporizador y veníamos corriendo, y a veces no fue tan fácil conseguir el plano.


Luego, si es un día soleado, acabamos en la playa con un baño reconstituyente.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Se vende caravana





Dan, ese australiano tan particular que llegó a Londres hace medio año y compró una caravana para re-correr Europa, está ahora en mi casa. Juntos preparamos el asalto a la Behobia y varios planes más (los 10km de Basilea, varias semanas de entrenamiento en Kenia y una maratón para el mes de marzo).


Sus planes pasan por vender la caravana en España (sin tener que volver a Londres) y por ello hace una oferta muy atractiva. Es cierto que el volante está a la derecha y las luces delanteras tienen que cambiarse para pasar la ITV española, pero por sólo 1000€ puede ser tuya. La garantía de utilidad es que la caravana ha abandonado Gran Bretaña para ir a Escandinavia, subiendo por Suecia y bajando por Finlandia; luego los países Bálticos, Polonia (donde Dan corrió en 2h25' una maratón), Alemania, República Checa, Italia y España, repitiendo durante el camino varios países.


Adjunto algunas fotos para los que estéis interesados.




jueves, 24 de septiembre de 2009

La cursa de la Mercè

Hace hoy 25 años... yo tenía cinco meses y algunos días. Pero yo no soy el protagonista de esta entrada, sólo el actor secundario.

Resulta que mi madre pidió fiesta en el trabajo (la Caixa), para participar en la cursa de la Mercè de 1984. Ahora se celebra en domingo, pero antes se disputaba el mismo día de la festividad. Después de su cuarto nacimiento (yo, el actor secundario que precipitó los hechos), mi madre abandonó el baloncesto porque requería demasiado compromiso el entrenar a diario en Barcelona y viajar todos los fines de semana a cualquier parte de España, incluyendo Canarias.

Ese día, el calendario me dice que fue lunes, mi madre viajó con mi abuela -su suegra- a la ciudad condal. Era la primera carrera oficial en la que participaba y no pudo salir mejor.

Por la tarde la saludaban por Sant Pol; habían escuchado su nombre en la radio. Al día siguiente, compañeros de otras oficinas de la Caixa la llamaban al trabajo para felicitarla. Había debutado con victoria en el mundo del atletismo y no fue la única que consiguió. Más adelante llegó la cursa dels Bombers, la media maratón de Barbastro, la de Banyoles, los 20km de Céret, la cursa de les bruixes y un largo etcétera.

Mi madre comenzó a correr por mí y yo comencé por ella; estamos compensados y me ha marcado el camino a seguir. Este sábado, por ejemplo, correré la media maratón de Barbastro que ella ya ganó hace bastantes años. Y quizá el año que viene prepare la cursa de la Mercè; siempre será un objetivo que tendré que cumplir.

martes, 22 de septiembre de 2009

Fotos de Macedonia


Antes de viajar a Macedonia os advertí de que Ohrid, donde se celebraba la carrera de 30km, era ciudad patrimonio de la Unesco. No quiero reproducir aquí un folleto publicitario (porque también veréis la realidad balcánica) pero sí un mini resumen de lo que fue el viaje.


Este es el interior de la catedral San Alexander Nevski, de Sofía (Bulgaria). Mientras yo me paseaba por su interior -repleto de frescos oscuros con pasajes del evangelio- un sacerdote ortodoxo bautizaba a un bebé. Pero mi visita a Bulgaria duró muy poco y subí al autobús-submarino (por lo de que todos fumaban) que me llevaba hasta Skopje, la capital de Macedonia.




En esta foto se pueden apreciar varios detalles. En primer lugar, que se necesita la traducción del alfabeto cirílico si quieres saber de dónde vienes y a dónde vas; en segundo lugar, que la vegetación en los Balcanes es enorme; y en tercer lugar, que 207km no son un par de horas.


Este autobús es el que recorría el trayecto de Skopje a Ohrid. A medio camino, en lo alto de un monte, para durante quince minutos para que los viajeros estiren un poco las piernas.



Ésta es la vista que tenía desde la habitación de mi hotel en Ohrid. Al fondo se ve el lago y las montañas que hay detrás de él tienen que ser de Albania.

Ohrid es una ciudad muy antigua y muchas de las casas se contruyeron en las laderas de la montaña, dejando tan poco espacio entre unas y otras que sólo diminutas escaleras pueden hacer la función de calle.

Los atardeceres a orillas del lago tienen muchas fuerza y en escasos minutos el cielo se tiñe de los colores del fuego mientras las barcas siguen inmóviles en las aguas tranquilísimas de esas horas.


Y en sólo media hora el sol desaparece por completo y la ciudad antigua queda iluminada por la luz artificial, creando un juego de luces y sombras que añade misterio a la igelsia más famosa de Ohrid: Saint John Kaneo.

martes, 15 de septiembre de 2009

España mola

¿Os acordáis de la disputa por Mario Mola? Pues acaba de proclamarse campeón del mundo de triatlón en Australia. Desde la última vez que escribí sobre él, Mario ha ganado el campeonato de España júnior de 5000 y ha terminado 5º en el campeonato de Europa júnior de 10000 (en Novi Sad, esa ciudad en la que yo no me quise quedar).


El fin de semana pasado ganó en Australia en triatlón, tomándose la revancha del segundo puesto del campeonato de Europa, y dentro de diez días participa en el mundial de duatlón, en Estados Unidos. Se añade más emoción a su disputa y, de cara a la galería, supera en pasión al sablista José Luis Abajo, Pirri.



PD: La comparación gráfica, que no es idea mía, viene del foro de atletismo.


lunes, 14 de septiembre de 2009

El viaje de casi 25 horas


El tren EC 176 sale todos los días de la estación internacional de Praga a las 8:40 de la mañana y el regional 15806 un poco antes, a las 8:29, desde Portbou; con un poco de paciencia y un mucho de raíles, se puede subir a ambos en días consecutivos. Esta es la historia del viaje de casi 25 horas, pero antes debería hablar de la carrera de Praga.


Como se puede ver en la foto, el Hilton de Praga ofrece albornoces para los huéspedes. Con estos lujos, Dan y yo empezamos a olvidarnos de la carrera y salimos a pasear la mañana por el centro de la ciudad. Y no fue hasta la hora de la comida que recordamos que teníamos una reunión de atletas a las 11 de la mañana, pero la ciudad nos encantó. Estaba abarrotada de turistas y seguramente no fue tan importante la reunión; nuestra obligación era correr rápido y no hacía falta que nos lo recordaran. Además, sabíamos que los premios no eran para nosotros.

La salida, programada para las 20:30, congregó a muchos de los turistas que por la mañana cruzaban el puente Carlos, el más antiguo y famoso de Praga, desde el que martirizaron a San Juan Nepomuceno lanzándolo al río envuelto en una piel de cabra. Sin embargo, este año está en obras y no es lo suficientemente ancho para que pase la carrera como sí ocurría antes. Se cambió el circuito, se añadieron giros por aquí y giros por allá que, sumados al adoquín que gobierna el centro histórico de Praga, convirtieron la carrera en un suplicio.

Mientras yo creía poder terminar en poco más de 30 minutos, llegué a meta en 31'38” y como 21º. Puedo alegar que mis piernas estaban cansadas de los 30kms del martes, pero no tanto. Me decepcionó la marca un poco pero, por otro lado, todos los atletas con los que hablé coincidieron en que el circuito era muy lento -y quizá largo-. Dan, por ejemplo, estaba entrenando para correr en menos de 30 minutos y llegó diez segundos detrás mío. Y lo mismo opinaba Phil Bandi, de Suiza.

Y para remediarlo, como buenos amigos, nos fuimos de cañas, después de cenar un poco en el Hilton. Si Praga es bonita de día y de tarde, también lo es de noche. Encontramos un bar muy tranquilo, en una calle silenciosa, donde tres pintas -juntas- costaban menos de 4€. Y tomamos dos rondas, mientras Phil nos contaba a Dan y a mí que a finales de noviembre se celebra una carrera de 10km cerca de su casa; por lo visto, a los atletas les invitan al Hilton y sería una buena manera de juntarnos de nuevo, ¿no creéis?

A la mañana siguiente -o unas horas más tarde- estábamos tomando el desayuno buffet (y yo haciéndome bocadillos para el viaje). Phil iba al aeropuerto para volar hasta Suiza; Dan se quedaría unas horas más en la ciudad y luego conduciría su magnífica furgoneta hasta Alemania; mientras, yo tomaría el EC 176 con destino a Dresden, el primero de los cinco trenes -y dos metros- que necesitaba para llegar a casa.

Todo el que haya cruzado en metro una ciudad, haciendo varios transbordos, conocerá la esencia de mi viaje; sólo hay que añadirle kilómetros. A las 10:40 llegué a Dresden, con sólo un cuarto de hora para coger el ICE 1548 con destino Frankfurt Süd. Estos trenes alemanes son muy cómodos y rápidos, pero Frankfurt está tan lejos que tardé cinco horas en llegar. El siguiente, un TGV, salía de Frankfurt Hbf a las 16:57 y necesitaba reservar asiento. Mientras enlazaba ambas estaciones con un metro, temí no encontrar plaza y, gracias a Dios, no tuve problemas. Con sólo 5€ de suplemento (el billete normal cuesta algo más de 100€), pude subir al orgullo francés. Este TGV 9552 recorre las ciudades de Alemania al tram-tram (unos 120km/h) para que notes el contraste al pisar el suelo francés. La última parada antes de París-Est y primera dentro de Francia, Forbach, está a casi 400km de la capital y, no obstante, en una hora y media se termina el viaje.

Llego a las 20:53 y el tren nocturno que tengo reservado sale a 21:56, pero desde París-Austerlitz. De nuevo subo al metro para cambiar de estación y empiezo a pensar en el ayuno que tengo que guardar para las pruebas médicas. Una vez dentro del Coráil Lunea me termino la fruta que me acompaña desde Praga y empiezo a dormir.

Me despierto cuando anuncian Perpignan y al cabo de poco el mar, con su amanecer característico en estos pueblos del mediterráneo, me da la bienvenida a casa. Llego a Port-Bou a las 8:20 de hoy, lunes y tengo nueve minutos para comprar el billete para el regional 15806, el que sale a las 8:29, que me dejará en Girona a las 9:32. Con un poco de paciencia y muchos raíles, se puede ir de Praga a Girona en 24h52m. Ahí me ha recogido mi madre para llevarme al hospital, donde hemos llegado con veinte minutos de adelanto (no me extraña, salí con más de un día de ventaja) y me han recibido con una papilla de color rosa que tenía que beber a grandes sorbos y dejar que circulara por mis intestinos. Pasados unos minutos han hecho radiografías de mi barriga y mañana me darán los resultados.

Siento mucho el retraso por publicar esta historia pero, como podéis comprobar, he estado muy ocupado desde que terminé la carrera en Praga.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Praga

Teneros desinformados durante tantas horas no ha sido mi intención. El ritmo del viaje ha pasado a la quinta velocidad y ni tiempo he tenido para encontrar wi-fi, corriente eléctrica y seguridad para escribir. Entre Skopje y Praga hay 1300kms (más o menos); el plan inicial era viajar de Skopje hasta Novi Sad, pasar allí el día y coger de nuevo un tren nocturno hasta Budapest y luego Praga. Pero lo cambié.

Serbia me llamó poco la atención y se me hacía muy largo esperar un día entero en Novi Sad para enlazar dos trenes nocturnos. Decidí llegar hasta Budapest, buscar alojamiento y por la mañana llegar hasta Praga, con menos sueño encima. Y dicho y hecho. Llegué a la capital húngara sobre las siete de la tarde, compré un poco de pasta en el súper para cenar (y una cerveza de medio litro) y dormí en el hostel que me recomendaron en la estación de tren.

Por la mañana he corrido al lado del Danubio antes de subir al EuroCity 170 que une Budapest con Berlín, pasando por Bratislava, Brno, Praga y Dresden. Y al llegar a mi parada, me esperaba una señora con mi nombre muy bien escrito en una hoja de papel para llevarme en coche (un Passat) hasta el Hilton.

Me gustaría adjuntar una foto mía, en pantalón corto y una mochila de la que cuelgan las zapatillas de competir haciendo el check-in en la recepción del Hilton, pero las pilas de la cámara se han agotado. Lo que sí os diré es que el Hilton no es nada del otro mundo; lo único que me ha llamado la atención es que se puede subir el volumen de la tele desde la ducha, con un interruptor que hay en la pared. Aparte de esto, nada. Incluso el wi-fi es de pago (estoy en una calle oscura pasando frío y con miedo a que me roben el portátil mientras os escribo esta entrada). Si no fuera porque están las comidas incluídas y alguien te hace la cama, casi es lo mismo que vivir en un albergue, pero compartiendo la habitación con sólo otra persona.

Espero, sin embargo, publicar otra entrada mañana en la que veáis un poco de Hilton y luego, a eso de las 20:30, acordaros que estaré haciendo turismo por el centro de Praga a unos 20km/h.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Solución


Queda muy claro que los que habías escrito comentarios en blog sabías a quién me refería. La madre Teresa de Calcuta, que nació en la ciudad de Skopje cuando todavía pertenecía al imperio otomano, fue bautizada con el nombre de Agnes. Un pequeño resumen de su vida, en la wikipedia.


El caso es que en centro de Skopje, donde estuvo su casa, han construido un edificio-monumento raro que a mí me gusta pero que otros creen que es horrible. Sea casualidad o no, los miércoles y los sábados son los únicos días que celebran misa en el piso superior (a las 17h y a las 7h, respectivamente) y, por lo tanto, he podido ir. Es una capilla acristalada en tres de sus cuatro paredes y se encuentra sólo diez metros por encima de la calle comercial de la ciudad, pero el aislamiento es perfecto. Incluso con las puertas abiertas, el bullicio pasa inadvertido ante el significado que tiene este emplazamiento.


Luego he visitado el bazar, el puente de piedra, unas calles hacia arriba y otras hacia abajo... y he vuelto al albergue para ver en la tele un resumen de más de media hora de la carrera de ayer. No he entendido nada de lo que decían, pero me he visto mucho.

Ahora cenaré un poco y a las 20:40 tengo el tren hasta Novi Sad. Me da un poco de miedo porque en la estación no hablan nada de inglés y en lugar de venderme la reserva para una litera, me han señalado la hora del tren. Ha sido algo como: "interrail go to train".

Pregunta

Sin mirar a Googles ni wikipedias, ¿quién nació en Skopje en el verano de 1910 y, aunque se llamaba Agnes, se hizo mundialmente famosa con otro nombre?

Hoy me toca turismo y ésta es una parte muy importante que no quiero perderme.

martes, 8 de septiembre de 2009

Los 30km de Ohrid


Las frutas de Macedonia se han alineado a mi favor. Hoy es un gran día para este país -cumple su mayoría de edad- y para mí, que me alegro un montón.

La carrera estaba prevista para las diez de la mañana y para abrir boca, un autobús destartalado nos ha recogido a casi todos los atletas en el centro de Ohrid para llevarnos a la frontera con Albania. Ese es el punto inicial de la carrera (y suerte que no es diez metros más allá porque no llevaba el pasaporte encima). Durante el trayecto, mientras el conductor quema el embrague en las subidas y gasta los frenos en las bajadas, el serbio que se sienta a mi lado me hace entender que por allí correremos nosotros. ¡Qué guay! Aunque no ha sonado muy convinvente.

A punto de empezar, las enfermeras macedonias valoraban la presión sanguínea de los participantes (a mí me han dicho 110/80); nunca antes lo había visto, pero no fue lo peor. Por aquello de que eran muchos kilómetros, quise evacuar un poco y... ¡sorpresa! El baño era ese maldito invento de un agujero en el suelo y trata de acertar -sin acercarte demasiado, claro, y con cuidado de no dar un traspié-. No sigo, porque tampoco hacen falta detalles; con deciros que no hubo ningún accidente, pero que mis piernas se resintieron de estar un minuto a medio doblar será suficiente.

Empieza la carrera -os recuerdo que estamos a 700m sobre el nivel del mar-, bajamos un poco y subimos y subimos y subimos hasta 880m. Como quien no le presta atención, el 10.000 lo cruzo con otro corredor en 31'41”, habiendo subido 208m y bajado 191. A partir de ahí ya no se sube y baja tanto, pero no es realmente llano. Hemos empezado tan fuerte que pronto nos acomodamos a un ritmo medio y pasan los kilómetros. El 20 lo marcamos en 1h04'28” (eso significa a menos de 1h08'00” la media maratón). Me encuentro bien y al dejar a mi compañero que tire un poco, se frena. Intuyo que no va fino y le ataco. Ha sido un acierto; el viento sopla en contra y no me apetece llevarlo pegado a mí. Se va quedando y desde el coche del organizador me recuerdan que el récord de la prueba -por el que pagan 200€ extras- está en 1h39'13”. Lo veo difícil pero lo intentaré.

A medida que pasan los minutos se demuestra que mi ritmo es más y más lento. Más que las subidas, noto el desgaste de las bajadas; eran tan fuertes que me han destrozado los cuádriceps y los gemelos. Pero me giro y no veo al segundo. Entro en Ohrid buscando un arco que signifique “meta” mientras mi reloj ha agotado el minuto 37 de la segunda hora; tengo sólo un minuto para hacerme con el récord y sigo sin ver la meta, aunque desde el coche me animan diciendo que lo consigo. Pero pasa también el 38 y gran parte del 39. Los del coche no tienen ni idea de lo que es correr.

Ahora ya veo el arco; levanto las manos y disfruto con la victoria, aunque sea a más de un minuto del récord (1h40'29”). El organizador me felicita y hablamos de lo cerca que ha estado el récord. Quizá otro año, me dice él. Ahora que ya sé lo que es esta carrera... quizá otro año, ¿por qué no?

A lo largo de la tarde o mañana, podréis ver los resultados y algunas fotos en la web de la carrera.

lunes, 7 de septiembre de 2009

De autobuses y carreteras


De Sofía a Skopje sólo hay 220kms (según la viamichelin; GoogleMaps es incapaz de calcularlo), pero el autobús tarda algo más de cuatro horas en unir estas dos capitales. Las carreteras que parecen secundarias y las montañas que hay que coronar son el motivo de esta lentitud. Sin embargo, el viaje resulta entretenido.

La hora prevista de salida eran las 16:00 (15:00 en España) y, en contra de lo que cualquiera se imaginaría, salimos diez minutos antes. ¿Por qué esperar más si ya estábamos todos a bordo? Me explico: el conductor, el revisor (o conductor suplente), dos chicas macedonias y yo; cinco personas para un autobús de más de cuarenta plazas. Lo que yo no sabía es que pronto se transformó en un submarino. Dicen las guías de viaje que en los Balcanes los niños nacen fumando y en este autobús entendí a qué se referían.

Yo, por mi parte, me dedicaba a mirar el paisaje y a controlar el Suunto (ese reloj que gané en Gran Bretaña) para saber a qué altura estábamos. La frontera, por ejemplo, está a 1130m sobre el nivel del mar y ayer una niebla densa impedía ver mucho más arriba. Ahora descubro que a ambos lados, las montañas que se intuían, superan los 2000m. No tuve suerte; del mismo modo que tampoco estamparon un bodegón en mi pasaporte como bienvenida al nuevo país.

Mientras, en el autobús, pusieron un vídeo de “gags”, pero a mí no me hacía mucha gracia. Tan poca atención le presté que no sé si hablaban en búlgaro o en macedonio. Empezaba a preocuparme por no saber dónde dormiría en Skopje, aunque tenía la dirección de un hostal apuntada en la libreta. Llegué pasadas las siete de la tarde; era domingo y no tenía denarios. Un taxista se ofrecía a llevarme por el equivalente a 3€, pero yo sólo quería saber cómo se llegaba andando. Y más o menos me indicó por donde. Luego volví a preguntar y otra vez más y cada vez descubría que los macedonios son muy amables con el que está perdido. Por ejemplo, el último chico al que pregunté me acompañó hasta la puerta del hostal.

Mientras escribo estas líneas, me encuentro en el autobús de Skopje a Ohrid (mucho más lleno que el de ayer) y acabamos de superar los 1000m de altura. Todavía hay nubes bajas, pero hacia el valle la vista es impresionante. No tenía una idea preconcebida de Macedonia, pero por su proximidad a Grecia me la imaginaba más seca. Estoy completamente equivocado, Macedonia es muy verde y merecería la pena recorrer el país en bici para disfrutarlo al máximo.
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Ya he llegado a Ohrid y mientras espero que me recojan en la estación de autobuses, varias mujeres se acercan para ofrecerme habitaciones, mientras los taxistas también ofrecen su mercancía. Yo les digo que no, que un tal Peco vendrá a por mí.

Pasa más de media hora, pero llega Peco. Me acompaña al complejo deportivo donde puedo recoger mi dorsal y pagar 10€. Descubro que la carrera es popular (habrá unos 70 corredores) y confirmo lo que me decía un taxista que me entrevistaba mientras esperaba a Peco: los primeros kilómetros son muy duros, subir, subir y subir.

El Suunto me chiva que el lago está a 700m de altitud y empiezo a temer que la carrera será mucho más dura de lo que imaginaba. Pero eso será mañana. Ahora ya estoy en el hotel al que me ha llevado Peco (pero no sé si está incluido en los 10€) y desde el que puedo contemplar gran parte del lago Ohrid. Al fondo, casi en la frontera con Albania, está la línea de salida; cerca, en la ciudad de Ohrid, la de meta; durante... varias montañas.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Unas horas en Sofía


Pasar unas horas en Sofía ha sido un desvío (o un descuento) para llegar a Macedonia. Ni siquiera ha llegado a las 24 horas, pero han dado mucho de sí. Para empezar, lo primero que me ha llegado a la cabeza al aterrizar fue el chiste de Eugenio: saben aquell que diu...?

El otro día estaba mirando la sección de anuncios del periódico y uno me llamó la atención: mujer enseña el búlgaro. Yo que me fui y... ¡resulta que era un idioma!

Y de los chungos, añadiría yo. Aquí todo está escrito en cirílico y es muy difícil de entender. Las N son I; las P son R, los números pi son P... y así hasta confundirlo a uno. Hasta tal punto llega la confusión que esta mañana, en misa, el cura ha dicho “ite misa est” y nosotros hemos contestado “thanks to God”.

Al salir, para compensar el lío de una misa en inglés dirigida en latín -y con evangelio en búlgaro, el idioma-, había café y galletas para los asistentes. Una idea muy buena porque faltaban unos minutos para que empezara a llover. Me ha dado tiempo a visitar el mercadillo de antigüedades de delante de la catedral Alexander Nevski, donde puede encontrarse casi de todo. Destacan, entre los cubiertos de plata y los gorros soviéticos, condecoraciones y relojes con esvásticas, cámaras de foto con varias décadas de historia, sables, violines, joyería y un largo etcétera.

Ahora me falta más o menos una hora para abandonar este país. Han pasado más de treinta años desde que mi madre estuviera por aquí (en el campeonato de Europa de baloncesto júnior) y según lo que me ha contado, no hay tanta diferencia. A mí no me han llevado a visitar fábricas donde cada semana colgaban en la pared la foto del mejor trabajador, pero viviendas de estilo comunista, estatuas en los parques enarbolando armas y demás detalles, recuerdan el pasado de este país.
Próxima parada, Skopje, capital de Macedonia. Y mañana otro más para llegar a Ohrid.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Un país con nombre de postre

Después de seis semanas en la misma ciudad, Zaragoza, ha llegado el momento de volver a la vida nómada. Sin pasar un día entero en casa, el sábado por la tarde subiré a un avión en el aeropuerto de Barcelona. Aterriza en Sofía (Bulgaria) a las 22:40, pasaré una noche en el Youth Hostel (14€ con desayuno, Wi-Fi y sábanas incluidos) y el domingo viajaré en autobús hasta Macedonia.

El viaje, que tendrá varios capítulos, empezó por una carrera que se celebra el martes 8 de septiembre en Ohrid, Macedonia. Se conmemora la independencia de Macedonia de la antigua Yugoslavia -que votó el 95% de la población en 1991- y con este motivo se disputa una carrera sobre 30km. Nunca he corrido una distancia así (no me suena que exista en España alguna carrera de 30km) y además al ganador le dan 1000€, por no hablar de que Ohrid es una ciudad patrimonio de la Unesco y que todo el circuito transcurre alrededor de un lago cristalino y entre iglesias centenarias y hasta milenarias que han proporcionado a la ciudad el calificativo de “La Jerusalén de Macedonia”.


El miércoles, el día después de la carrera, espero viajar hasta Skopje, la capital de Macedonia, y gastar el primer viaje de los cinco que permite el interraíl corto viajando por la noche hasta Novi Sad (Serbia). No soy muy aficionado a visitar las capitales, me parecen más interesantes las ciudades secundarias; menos turísticas. Además, ese tren llega a Belgrado antes de las 6 de la mañana y prefiero bajarme unas horas más tarde en Novi Sad. Allí pasaré el jueves, en una ciudad que sufrió mucho por la guerra de Kosovo y que perdió sus tres puentes sobre el Danubio con los bombardeos de la OTAN.

Por la noche gastaré otro viaje: de Novi Sad a Praga, haciendo transbordo en Budapest (sobre las 5:30 de la mañana) y llegando a la capital checa pasado el mediodía. Es el segundo objetivo del “mini interraíl con zapatillas” ya que el sábado participaré en los 10km de Praga. Aquí el nivel será mucho mayor que en Ohrid -no creo que gane ningún premio-, pero como el mundo es un pañuelo me encontraré con el australiano de la caravana y gozaré de la caridad de los organizadores que nos ofrecen dos noches en el hotel Hilton. Suponiendo que nunca más iré a un hotel de esta cadena, el desvío me parece justificado. Pero me asalta una duda: el domingo tengo que subir de nuevo al tren, a las 8:40 de la mañana, y me pregunto si es mejor aprovechar el Hilton al máximo y acostarme en cuanto acabe la carrera o por querer tomar una cervezas en la República Checa desaprovecho unos minutos en los colchones más caros que he dormido nunca.

Tendré horas para pensarlo porque desde Praga cruzaré medio continente hasta París (parando en Frankfurt y otras estaciones) para transbordar al tren nocturno París-Cerbère, un gran conocido ya. Todo ello para cumplir con la visita al médico del lunes 14. Espero que mis intestinos lleguen en buena forma, pues me tocan más pruebas del aparato digestivo.

domingo, 23 de agosto de 2009

De nuevo las mamás


Hace un año escribí "Una de mamás". Hoy han vuelto a ser las protagonistas, pero con medio sabor agridulce. Natàlia Rodríguez y Nuria Fernández son los dos estandartes nacionales del 1500 y hoy lo han demostrado. Al llegar a meta han sido primera y quinta; unos minutos más tarde, cuarta y descalificada.


Se acaba el mundial de atletismo y mi pronóstico de ninguna medalla se ha caído por completo. Me alegra que la selección haya conseguido un oro y un bronce, que aunque haya habido pocos finalistas, la mayoría de los atletas se han comportado heroicamente... pero me apena que en las últimas horas de este mundial se ha esfumado una medalla de oro.


Natàlia era de las favoritas en el 1500; en estas pruebas siempre hay sorpresas y todos pueden dar su lección. Los movimientos tácticos son infinitos. Colocarte bien puede suponer ganar la carrera o, por lo menos, no lapidar tus opciones. Tanto Natàlia como Nuria lo hacían a la perfección, hasta los últimos 250 metros. Gelete Burka, de Etiopía, marchaba en cabeza dejando un poco de espacio en el carril uno. Entrar primera en la última curva puede evitar llegar a la recta rezagada y Natàlia lo sabía; quiso aprovechar ese espacio, minúsculo pero suficiente para su pequeño cuerpo, y ahí se acabó todo.


Adelantar por dentro está permitido, pero te las cargas si no sale impecable. El atleta que va por delante puede cerrar el hueco y no se considera obstrucción. El choque fue inevitable y Gelete Burka terminó en el suelo. Natàlia dio un traspié y siguió esprintando, llegando primera a meta pero reprimiendo la celebración porque sabía que no le darían el oro. Y lo primero que hizo fue acercarse a la etíope e intentar consolarla.


Ser la mejor del mundo y acabar descalificada es un jarrón de agua fría. Con la fuerza de su esprint, incluso después del traspié, demostró que la medalla era para ella. Pero ya no se puede remediar. Terminamos el mundial con dos medallas, pero sabemos que podemos conseguir más. ¡Qué grande eres Natàlia!
Por surte, Berlín también nos ha dejado alguna imagen graciosa. Espero que disfrutéis el vídeo:

viernes, 21 de agosto de 2009

Todo empezó en 1993

Repaso los medallistas de oro del mundial de Stuttgart y confirmo que me haría falta una enciclopedia para hablar de todos ellos. Sólo para nombrar algunos -sus nombres os resultarán conocidos-: Linford Christie (100m), Frankie Fredericks (200m), Michael Jonhson (400m), Noureddine Morceli (1500m; segundo fue Fermín Cacho), Haile Gebreselassie (10.000m, su primera medalla de campeón del mundo), Colin Jackson (110m.v., récord del mundo con 12"91), Moses Tanui (3000m.o.), Valentín Massana (20km marcha y Daniel Plaza tercero), Jesús Ángel García Bragado (50km marcha), Mike Powel (longitud y triple), Segei Bubka (pértiga), Javier Sotomayor (altura, con 2.40m), Jan Zelezny (jabalina) y Dan O'Brien (decathlon).


En mujeres, no menos conocidas, Gail Devers (100m y 100m.v.), Merlene Ottey (200m), María Lourdes Mutola (800m), las chinas de la sangre de tortuga (1.500m, 3.000m y 10.000m), y Encarna Granados tercera en 10km marcha.


Han pasado 16 años y sus vidas son ahora muy distintas. Los más espabilados visten trajes caros y son miembros del COI (Frankie Fredericks, Sergei Bubka), otros asesoran a sus respectivas federaciones nacionales de atletismo (Fermín Cacho, Javier Sotomayor) y los hay que han creado y dirigen centros de entrenamiento (Moses Tanui). Sólo dos, si no me falla la memoria, son fieles a su modo de vida y pasados estos 16 años permanecen en activo -y al máximo nivel-. Ambos, además, ven en Berlín la ciudad donde los sueños se cumplen. Gebreselassie, que ganó en Stuttgart el 10.000 y quedó segundo en el 5.000, corrió el año pasado la maratón de Berlín en 2h03'58", actual récord del mundo, y volverá a su línea de salida dentro de un mes. El etíope de la eterna sonrisa no piensa en retirarse; correr es su pasión, su forma de vida.


El otro atleta es el español Jesús Ángel García Bragado y en Berlín, hoy, participaba en su noveno campeonato del mundo. Si esto no fuera un mérito suficiente a su dilatada carrera deportiva, ha añadido a su cosecha personal la medalla de bronce que le faltaba. Después de la victoria en Stuttgart, en 1993, llegaron dos medallas de plata (Goteborg 1995 y Edmonton 2001). Dicen que la experiencia es un grado y en pruebas de larga distancia se convierte en una máxima. Pausadamente, a ritmo, con tenacidad y constancia, Jesús -Chuso- ha superado los rivales de uno en uno; muchos se han precipitado durante los primeros kilómetros mientras Chuso permanecía en la retaguardia. Ha dejado que los primeros se le escaparan casi un par de minutos; la marcha es una prueba desagradecida -Chuso recordaba sus dos últimas participaciones, en las que fue descalificado-. En la televisión se veía a atletas vomitando, a un ruso parando para ir al baño y a varios marchadores eliminados por no tener una buena técnica.


Pasadas tres horas desde el inicio de la prueba, sólo resisten los más fuertes. Los precipitados maldicen el momento en que aceleraron; los deshidratados se acuerdan del bote que lanzaron antes de terminarlo; y los que no van bien repasan mentalmente qué ha podido fallar. Pero todos ellos coinciden en un aspecto: mientras te lamentas, te alentas. Y Chuso llega desde atrás a ritmo, con tenacidad y constancia. No sé cómo fue la carrera de Stuttgart pero sé cómo ha sido la de Berlín. En el kilómetro 30, Chuso marchaba octavo; en el kilómetro 40 ya estaba quinto y a meta, sin siquiera aparentar sufrimiento, llegó tercero sólo 21 segundos más tarde que el segundo.


Él mismo ha declarado "no sé lo que tengo, supongo que mucha ilusión". Lo cierto es que lo primero que ha hecho al cruzar la línea de meta ha sido aupar a sus dos hijas. Así, con el seguimiento de los más queridos, es fácil pensar que seguirá marchando. Barcelona 2010 pasa a ser el próximo objetivo aunque antes, en noviembre -cuando cumple 40 años- quiere correr la maratón de Nueva York; me pregunto qué marca puede hacer si marchando pasa los 42km sobre tres horas.
Aquella medalla de oro de 1993 fue el inicio a una carrera deportiva envidiable; y esta medalla de bronce de 2009 es un capítulo más, pero no el epílogo. Espero -y deseo- que nos quede Chuso para rato. Él, al menos, no padece el paso del tiempo como los demás: en Stuttgard terminó en 3h41'41" y hoy ha hecho 3h41'37". ¡Qué grande eres!

Un mundial poco familiar


Los genes del atleta son el valor más preciado que poseen; hasta nuevo aviso, vienen determinados por los progenitores y en las manos -y piernas- del deportista está sacarles partido. Durante años se ha confirmado esta teoría que amenazaba, a través de familias numerosas, la disputa de medallas. Las hermanas Dibaba, de Etiopía, se especializaron en las pruebas de fondo y de cross; las hermanas Kallur, de Suecia, destacaron en las vallas cortas; los hermanos Bekele... no necesitan presentación.


Pero en este mundial no hay hermanos (o yo no los he visto). De las dos habituales Dibaba -Tirunesh y Ejegayehu- ninguna está presente y la responsabilidad recae en la pequeña Genzebe que el sábado correrá la final de 5000m. Sin embargo, no le falta experiencia; a su corta edad ya ha ganado dos veces el mundial de cross júnior.


Bekele tampoco ha ido a Berlín acompañado. Su hermano Tariku, campeón del mundo de 3000m en Valencia, no ha corrido nada este año. Y de las hermanas Kallur ninguna se ha presentado. Parece que este mundial ha repudiado los genes pero no es así. Según lo cuenta "papá Masai", la miel y sus genes son la base del éxito de sus hijos, Linet y Moses:


“We both [papá y mamá Masai] called on them [Linet and Moses] to run since I knew the talent was within me and they had inherited it. I weaned them on honey to help reduce stomach upsets, especially while running the long distance to school”.


Según cuenta en el Daily Nation, el bosque del Monte Elgon (casi en la frontera con Uganda) está lleno de árboles indígenas con propiedades medicinales. Así, la miel que producen sus abejas es un buen alimento para reducir las molestias intestinales y dar la fuerza necesaria a los peques para que vayan a la escuela corriendo.


Moses es el primero y Linet la cuarta de una familia de diez hermanos. Con sus resultados en Berlín (tercero Moses y primera Linet, ambos en 10.000m) se han embolsado una cantidad de 14.000.000KSh (unos 140.000€) entre los premios de la IAAF, los de la federación keniana y los de Nike. Y la saga continua: Denis, que ha participado en algunos croses en España, viene pisando fuerte y en breve se prevé la llegada de Magdaline a los grandes campeonatos, otros Masai que corroborarán el valor de los genes en estas horas flacas.
La noticia del Daily Nation, aquí.
En la foto, de izquierda a derecha, Moses, Linet y Denis.

jueves, 20 de agosto de 2009

El expreso de Sudáfrica

Al igual que los positivos en el ciclismo, el atletismo aparece en los medios de comunicación cuando el morbo se vislumbra. Caster Semenya, campeona del mundo de 800 metros lisos, es hoy la portada de varios periódicos (y seguro que saldrá en la mayoría de telediarios de hoy).

Es noticia que ganara en 1'55"45, sacando más de dos segundos a la anterior campeona del mundo, Janeth Jepkosgei (1'57"90), la máxima diferencia entre las dos primeras clasificadas en una final de 800 metros. Pero no se habla tanto de esto. Si Semenya es hoy la portada de varios periódicos es, simplemente, porque parece un hombre. Y esto ya tiene más interés -morbo- para el ciudadano de a pie.

El caso no es nuevo. Sin alejarnos de la prueba de 800 metros, María Mutola padeció lo mismo; Jarmila Katrochvilova, que posee todavía el récord en la distancia, ha sido el estandarte de las corredoras poco femeninas; y bajando al 400 tenemos a la española Sandra Myers.

Es un tema complicado, porque en el recuerdo está Andreas Krieger. De pequeño era una niña -se llamaba Heidi- que a los 21 años se proclamó campeona de Europa de lanzamiento de peso. Pero pasaron los años y fue desapareciendo su feminidad hasta el mínimo detalle consiguiendo, en 2000, que se procesara al máximo resposamble de deportes de la RDA y se le declarara culpable.

No sé si estamos en un caso parecido; espero que no. Y mientras no se tengan mejores pruebas, lo lógico sería hablar de cómo Semenya destrozó a sus rivales, incluida Maite Martínez, que corrió muy bien y sólo consiguió ser séptima con 1'58"81.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Los fans del Barça

Leo asombrado en el Daily Nation (el principal periódico de Kenia) la siguiente noticia:

Kenyans will be joined by Catalans in celebrating Ezekiel Kemboi’s world 3,000 metres steeplechase victory after the former Olympic champion finally bagged the elusive World Championships title and celebrated wearing a Barcelona Football Club jersey at the Berlin Olympic Stadium last night.

Al parecer, alguien del público lanzó una camiseta de Messi a Ezekiel Kemboi, mientras daba la vuelta al estadio. El keniano, sin pensárselo mucho, se enfundó esa nueva camiseta y dio la suya al aficionado. Para mí, no ha sido un mal cambio. Lástima que no he conseguido ninguna foto después del cambio, sólo la que adjunto donde ya se aprecia que los kenianos disfrutaban de la celebración.

martes, 18 de agosto de 2009

Deliciosa Marta


No me suena que la Marta de Palencia tenga la misma habilidad en los fogones que la Marta de la película, pero qué manera de sazonar un deporte. Si hace sólo dos días decía que no esperaba ninguna medalla para España, ahora puedo tragarme esas palabras con mucho gusto.


Marta, que se crió ganando corderos en el cross de Venta de Baños, sigue dando al atletismo español las mejores alegrías. Esa chica júnior que se proclamó campeonado de Europa de 1500 en 1993 y subcampeona del mundo en la misma distancia una año más tarde, desconocía que su broche de oro llegaría en los obstáculos. Por aquél entonces, los obstáculos eran sólo para hombres y a Marta le quedaba mucho por descubrir: subió al 5000, luego al 10000, cosechó medallas a montones... y se lanzó a los obstáculos.


Pero los obstáculos no la recibieron del todo bien. En la mente de todos están las imágenes de Pekín, cuando luchando por la medalla de bronce se trastabilló en el penúltimo obstáculo. Ese día apenas pudo levantarse pero su mentalidad ganadora y su afán de superación la han llevado a lo más alto. Pekín queda ahora tan lejos como esos primeros croses en Venta de Baños. Una medalla de oro ayuda a olvidar muchos malos momentos y, de nuevo, ver la cinta rosa enarbolarse al entrar en meta es significado de que las cosas han salido bien.


Mi duda está en saber si esta victoria es el final de un capítulo o el principio de otro. Dentro de doce meses se celebrará en Barcelona el campeonato de Europa de atletismo. ¿Correrá Marta los obstáculos o seguirá añadiendo retos a su vida con la maratón? Haga lo que haga, seguirá siendo la deliciosa Marta que consigue levantar a los españoles del sofá y soltar un grito de alegría (y algún euro en las apuestas, claro), mientras cruza la línea de meta con la cinta rosa en la mano, esa que le regaló su abuela cuando era una adolescente.

lunes, 17 de agosto de 2009

Soluciones ACME

La superioridad de Usain Bolt es tan grande que el pobre Tyson Gay me cae simpático. El estadounidense avisó que este año estaba muy en forma y que podía batir el récord del mundo. Y no se equivocó de mucho: correr en 9'71" significa ser el segundo más rápido del mundo y, hasta ayer, estar a sólo dos centéssimas de segundo del récord. Pero todo parece menos loable cuando se compara con Bolt.

De vuelta a Zaragoza, después de parar en una área de servicio para ver la final de los 100m, empecé a pensar en la rivalidad que hay entre Bolt y Gay. Os dejo un vídeo para aclararlo:

Quizá Tyson Gay contacte en breve con los manufacturados ACME con el fin de alcanzar algún día el correcaminos Bolt.

domingo, 16 de agosto de 2009

Sin medallas

O mucho me equivoco, o España volverá de Berlín sin medallas. Podríamos pensar en Marta Domínguez en los 3000 obstáculos (lunes 20:30) ya que Paquillo no lo consiguió en la jornada del sábado sobre 20km; o quizá sea de nuevo Paquillo la salvación, pero en los 50km (viernes 9:10).

Lo cierto es que el atletismo español está en un momento crítico -como el de muchos otros países- y los pobres que han conseguido llegar al mundial reciben los abucheos de los "entendidos" por no hacer sonar el himno nacional.

Arturo Casado se colocó mal durante la carrera y no pasó a la semifinal de los 1500: vergonzoso lo han calificado algunos. Yo saco una lectura distinta; es un mundial y cualquier fallo se paga. No lo repitas, por favor. Esto no es fútbol donde se puede jugar mal y ganar, llegar en mala forma y meter un gol, engañar al árbitro y conseguir un penalti... Lo que hace grande a los campeones en atletismo es que son capaces de llegar a la competición en su máximo momento de forma y, además, demostrarlo.

Pero a veces no es así, como le ocurrió a Paquillo ayer. Los que han sido atletas lo saben; lo explica claramente Colomán Trabado -campeón del mundo de 800m en pista cubierta en 1985- en su columna de opinión: "sólo nos acordamos del marchador de Guadix el día de la competición y siempre le exigimos medalla".

Y mientras, TVE pasa olímpicamente de ofrecérnoslo. El sábado teníamos caballos en la 2 y el partido de Nadal contra Del Potro (que todos sabíamos que había perdido) en teledeporte; pero esta mañana ha sido mejor: motos en la 1 y lo mismo en teledeporte. Por suerte, en el foro de atletismo hay muchos frikis que conocen dónde verlo en internet. He aquí algunos ejemplos:
  • Roja directa: lento pero fácil de manejar.
  • Televisión sueca: son tan buenos que ofrecen tres canales distintos (carreras, saltos y lanzamientos).
  • Channel Surfing: buscad el logo de la IAAF. Tiene muy buena imagen y comentaristas.

Lo que sí podremos ver es la final de los 100m masculinos, a las 21:35 en la primera. Espero que accedan a ponérmelo en alguna área de servicio entre Sant Pol y Zaragoza; lo que no sé es qué precio tienen 10 segundos de tele a la carta si a Ander sólo le costó dos café con leche ver la ascensión al Mont Ventoux. ¿Valdrá un vaso de agua?

Hasta ahora me quedo con la última recta del 10.000 femenino. Cuando todos creíamos que ganaría Meseret Defar... aparecieron las larguísimas piernas de Linet Masai. La que fuera cuarta en los JJ.OO. y flaqueara en los últimos metros del último mundial de cross, resurgió de nuevo para devolver el cetro a Kenia, tanto tiempo en manos de Etiopía.


viernes, 14 de agosto de 2009

Prórroga

Hoy se cumple el plazo para enviar el dinero recaudado a Ex-street children, pero la suma total asciende hasta 796,40€ y he pensado que podría ampliar una semana el plazo para hacer donativos e intentar llegar a 1000€.
Si alguien quiere colaborar, todavía está a tiempo. Hasta el martes permanecerá activo el link de PayPal (porque tardan tres días en transferir el dinero) y el viernes haré la transferencia. Y si alguien se despista o tiene problemas con donar a través de PayPal, puede escribirme un e-mail y le daré el número de cuenta donde reúno el dinero.
Muchas gracias a todos.

jueves, 6 de agosto de 2009

Esa doble victoria

En el bosque de Delamere, en Gran Bretaña, un jueves fue diferente a los demás jueves. Aquí está el vídeo del jueves 9 de julio de 2009, esa doble victoria del interraíl con zapatillas.

lunes, 27 de julio de 2009

Agosto entre libros



Se acabó la aventura europea. Se acabaron las playas (la de Dinamarca para correr; la de Sant Pol para tomar el sol). Se acerca agosto y el calor acecha España.

Miro con nostalgia las fotos que acabo de colgar. Durante seis semanas me espera algo más duro que el interraíl con zapatillas. Durante seis semanas sufriré el calor de Zaragoza. Durante seis semanas tendré clase de 8 a 17. Durante seis semanas... decidiré qué hacer al acabarlas. Las opciones son varias y cada una más interesante que las otras en algún aspecto. Tengo seis semanas para aprender terapia manual ortopédica y luego ya veremos qué haré con ese conocimiento. Lo único que sé es que durante seis semanas (bueno, cinco porque la primera es de descanso) correré al amanecer por las calles y parques de Zaragoza; así las tardes quedan libres para hacer verano con los compañeros del máster: piscina, baloncesto, frontón, bici... Y publicar de vez en cuando alguna entrada en el blog, como hoy que significa el comienzo de este verano atípico.