Resulta que ir a Goteborg a correr la media maratón puede ser una buena alternativa para aprender portugués, aunque muy escasamente.
Mi carrera en Suecia no fue muy laureada; donde el año pasado quedé 10º con una marca personal de 1h05'57", este año finalicé 14º y pinchando hasta 1h09'35". El circuito sigue siendo duro y el viento era más fuerte; pasé el 10.000 en 31'02" y se me fueron las opciones de mejorar marca paso a paso.
Pero descubrí una nueva afición en el atletismo de élite. Después de hacer de liebre y sacar algo de dinero, en Goteborg he debutado como traductor. La ganadora, Dulce Félix (portuguesa), no habla demasiado bien el inglés -y escasamente el español- así que los periodistas me preguntaban a mí en inglés, yo se lo decía a ella en español y lentito, ella me contestaba un par de palabras en portugués y yo soltaba una parrafada más o menos coherente en inglés (que luego los periodistas traducían al sueco para publicarlo en los periódicos del domingo).
Y hablando de esta guisa, descubrí que un mánager en español es un empresario en portugués, además de otras palabras que ahora ya se me han olvidado.
Y como dato a añadir, os diré que Dulce Felix quedó 15ª en el último mundial de cross, el de Jordania, siendo la primera europea (si no contamos a Hilda Kibet) y lanzando a la selección de Portugal hacia la medalla de bronce.