No sin mi zapatilla ¿o sí?

Bekele demostró de nuevo que es el mejor del mundo corriendo campo a través. No sólo ganó sino que además lo hizo después de pararse a calzarse de nuevo la zapatilla que un pisotón le había arrebatado. Pero no es el único que lo ha hecho.

En el año 2004, un compañero suyo de Etiopía, Gebre-egziabher Gebremariam, perdió la zapatilla en medio del barro del hipódromo de Lasarte. Se detuvo, la pescó, se la colocó de nuevo y cogió al grupo de cabeza (aunque el locutor anunciara que ya se le habían escapado todas las opciones) para proclamarse ganador. En el grupo de cabeza cabalgaban nada más y nada menos que Fabiano Joseph, Patrick Ivuti, Boniface Kiprop y Zersenay Tadesse.

Pero también han tenido sendos tropizos algunos atletas españoles y, aunque parezca mentira, su respuesta ha sio más "africana" que la de los etíopes:

Fabián Roncero, después de perder la zapatilla nada más empezar el campeonato de Europa de cross en Medulin, Croacia, en diciembre de 2002, decidió seguir corriendo. Le faltaban todavía 7 u 8 kms de carrera y los aguantó estoicamente. No en vano se colgó la medalla de bronce en esa competición y dejó una preciosa estampa para la posterioridad.

Y recientemente, en el campeonato de España júnior de cross por clubes, Cristina Jordán (que ya marchaba en cabeza y con una gran ventaja) descubrió que su zapatilla estaba suelta. Sin apenas pensarlo se agachó, la cogió con la mano y la lanzó al público donde estaba su séquito para recogerla. Quedaban 2kms de carrera y no sólo mantuvo la posición sino que además aumentó la diferencia con la perseguidora más próxima.