jueves, 9 de septiembre de 2010

Cómo se desarrolló la carrera


Ya comenté en el post anterior que las cuestas eran más fuertes de lo que yo recordaba. Por suerte, para llegar a la línea de salida todos lo participantes subimos a un bus de la antigua Yugooslavia para ir de Ohrid a St. Naum (el trayecto inverso que después haremos corriendo). Gracias a mi reloj, que tiene altímetro, pude redescubrir lo altas que eran las colinas y trazar un plan de ataque.


A diferencia del año pasado, el nivel era más alto y además de volver a correr los segundo y tercer clasificados del 2009, se unían un holandés llamado Neals Strik (2h18') y un húngaro que tenía 1h03' en media maratón (pero según me comentó él mismo después, hacía bajada). Por todo eso y porque yo quería conseguir el récord, empezamos la carrera fuerte y, cuando alguno de los rivales flaqueaba en las subidas, yo aceleraba el ritmo. Pronto (el kilómetro 6 o 7) nos quedamos solos el segundo del año pasado (Tamas Toth) y yo, pero sin fiarme demasiado de los dos otros atletas, seguimos apretando.


Las subidas y bajadas no son el único impedimento para llevar un ritmo regular. Los puntos kilométricos están marcados en el suelo cada 5 kilómetros (no cada uno, como sería más deseable), pero éste tampoco es el mayor impedimento. Lo peor de todo es que están puestos de manera orientativa y, el 15, aparece dos veces (y separados entre ellos casi mil metros). Por lo tanto, yo iba al paso necesario para bajar el récord (incluso sobrado si me creo que pasé el 10.000 en 32'15") pero cada vez los cincomiles se hacían más largos y me quedé a las puertas.


Lo cierto es que durante casi toda la carrera pensé que haría el récord; lo que no tenía tan claro era si ganaría la prueba. Desde el coche del cronómetro, me decían que el húngaro de 1h03' se acercaba muy fuerte y yo ya empezaba a notar los cuádriceps cargados de tanto bajar y los gemelos ardiendo de tanto subir; no quería mirar atrás para ver que lo tenía pisando los talones, así que intentaba correr más y más fuerte con la intuición de que se desmoralizaría si no me recortaba distancia.


Hacia el kilómetro 25 me giré algunas veces y descubrí que no me alcanzaría si yo no aflojaba mucho. Pero empecé a tener otra preocupación: si esta marca está bien colocada, el récord puede caer, pero si no es así... El tramo final de la carrera es por la zona del lago de Ohrid y ya me la conozco. La meta está un poco más allá del muelle y lo veía lejísimos; el cronómetro dejaba pasar los segundos y pronto me di cuenta de que me quedaba sin récord. Lo cierto es que fastidia bastante, porque este año apreté mucho más que el anterior y hasta casi el final no me di cuenta de que no lo conseguía.


Tocará esperar un año más, pero veo que más gente está descubriendo esta carrera y quizá el nivel siga subiendo; será entretenido, pero ¡¡peligrará la ansiada recompensa!!

2 comentarios:

Rafa González dijo...

Da rabia que por una mala señalización de los pk se pierda tiempo. Pero eso pasa casi siempre. Ala, pues ya sabes, el año que viene a volver a dar caña....

Pablo Vega dijo...

Enhorabuena Marc.

He estado con mucho lío estos días y me perdí la porra, pero veo que hiciste muy buena carrera a pesar de que no cayera el record.

Ahora a seguir sumando para el Maratón.