viernes, 24 de septiembre de 2010

La encerrona del monte Elgon

El monte Elgon es un volcán extinto situado entre Uganda y Kenia; gran parte de él forma parte del primer país y sólo unos cuantos kilómetros cuadrados son kenianos, aunque ambos países lo tienen catalogado como parque nacional. Nosotros visitamos el parque de Kenia.

Todos los parques nacionales de Kenia cobran 25$ por entrar (con el cambio del miércoles, 2100KSh) y, como nos quedamos a dormir, pagamos también 25$ por una "banda" o cabaña con baño, cocina y un par de camas, aunque una era de las grandes (en la foto, Sergio con las vistas desde el porche de la cabaña).

Llegar hasta la puerta de entrada Chorlim nos costó unos cuántos shillings y muchas más horas. De Eldoret a Kitale tardamos 2h30' (200KSh) porque cuando sólo llevábamos unos minutos, el matatu se quedó sin gasolina; y en Moi's bridge nos mandaron cambiar de matatu. Una vez en Kitale, esperamos una hora en que el siguiente matatu arrancara (50KSh) y unos treinta minutos hasta llegar a Endebess. Allí nos esperaban varias motos pero con una tuvimos bastante. Los tres montados, en veinte minutos (100KSh) llegamos al parque.

El parque dice tener muchos animales y el precio de la entrada sirve para mantenerlo en condiciones. En la puerta, nosotros preguntamos por los caminos que había y nos enseñaron un mapa (que costaba 450KSh y no quisimos comprar). Hay muy pocos caminos, pero todos muy bien marcados, según la señora que nos atendió, y accesibles en coche. Sólo algunos, marcados de manera discontinua, eran "footpath" (sendas para caminantes). Viendo el mapa y preguntando a la señora, nos convencimos que al día siguiente haríamos un trote (con ratos andando) de unos 30km, porque según el mapa era sencillo hacer esa vuelta. ¡¡¡Qué ilusos!!!


Nos despertamos a las 6 de la mañana, con la luz del amanecer, y bebimos un poco de agua como desayuno. Nuestras provisiones para el camino (que no duraría más de 3 horas) eran una cámera de fotos y un poco de papel higiénico. Y empezamos a correr. El primer tramo ya lo conocíamos del día anterior y fue sencillo, pero a medida que nos alejábamos, subíamos más (nuestra cabaña estaba a 2200m). De vez en cuando nos parábamos para hacer fotos o para decidir por dónde avanzar porque el barro lo ocupaba todo. Después de mucho tirar, encontramos una bifurcación señalizada y confirmamos que no estábamos perdidos (ese punto, el más alto de nuestra vuelta, estaba a 2740m). Empezamos a bajar y el camino era cada vez menos claro y, por supuesto, insuficiente para los coches. Avanzamos por un lado y se terminó; seguimos por otro, e igual. Yo sabía que estábamos en la senda correcta, pero ya no había más indicaciones y no era plan de seguir a tientas. Aunque desmoralizante, nos tocaba volver atrás; ¡¡y ya llevábamos 3 horas!!

La fatiga empezó a crear estragos y ya no corríamos, sólo andábamos. Al llegar al punto más alto (casi cinco horas después de empezar) buscamos el río que habíamos cruzado antes y, a sabiendas de los riesgos, bebimos su agua cristalina. Y seguimos camino hacia abajo. Ya no sacábamos fotos, ni mirábamos a los monos, ni hablábamos: sólo caminábamos, pero caminábamos rápido. Llegamos a cumplir las seis horas y casi las siete desde que empezamos: una paliza de cuidado.

Una ducha de agua caliente nos recompuso un poco, pero no fue suficiente. El camino de vuelta (la moto, los dos matatus, etc), transcurrieron más rápidos que a la ida, pero seguíamos tan cansados que no hablábamos. A llegar a Eldoret, ni siquiera cenamos y a las 9 ya estábamos en la cama. Hoy nos duele todo, pero tenemos que admitir que la experiencia ha sido entretenida. Calculo que hicimos casi 50km y, aunque no sea el mejor entrenamiento, es una buena sesión psicológica para la maratón.

PD: aunque vimos muchos excrementos de elefantes (como un centenar), no alcanzamos a ver ninguno de estos animales. Sólo cebras, antílopes, monos, muchos pájaros y algo parecido a ciervos pero más grandes.

6 comentarios:

mòmo dijo...

¿Siete horas caminando y no visteis ningún elefante? A ver si estaban escondidos detrás de algún antílope...

Furacán dijo...

Eso es ya un entreno de ultrafondista, vaya paliza! pero una batallita más que contar.

Marc Roig Tió dijo...

Mòmo, de vez en cuando me giraba con la intuición de que los elefantes nos seguían; esperaba encontrármelos con cara de póker y susurrando entre dientes a las cebras "nos han pillao". Pero ni así, jaja.

Furacán, al final uno no sabe si se pone en forma por los entrenos o por las batallitas, porque por aquí me he comido cada una...

del porvenir dijo...

Como sherpa no tienes precio macho

Anónimo dijo...

Que tal Sergio y Marc?
Ya estais bien instalados y listos para unos entrenos de calidad?
Sergio, te encuentras a gusto y adaptado?...
Recuerdos y ánimos desde Sant Pol

Marc, avui el pare ha fet "ous amb camisa" boníissims!

Maria (la mare)

Marc Roig Tió dijo...

Porvernir, ¿lo dices porque no encontré el camino?

Mare, per aquí tot va força bé. En Sergio ha tingut algun problema estomacal però ja està solucionat. Avui comencem amb les sèries.
PD: son bons i grossos els ous de la gallina? Ja heu aconseguit que no s'escapi del galliner?