En este fin de semana que tenemos la maratón de Chicago (con Wanjiru y Pablo Vega entre muchos otros, claro), el Ironman de Hawai, la maratón de Melbourne (donde debuta Japhet Korir, mi amigo de Kapkoi, y quizá también corra Dan), la maratón de Eindhoven (con Félix Pont -el hermano de Mònica Pont- que estuvo durante el mes de agosto en la Too Guest House) y también la maratón de Victoria, Canadá, que algún día de este verano incluso tuve intención de comprarme un billete para ir a correrla; en este fin de semana, pues, os recomiendo coger una silla cómoda y leer "El maratón que no corrí", de David Álvarez, en FronteraD.
David ya pasó por este blog con el nombre de 2050. El pasado 25 de abril se quedó sin correr la maratón de Madrid por culpa de su cintilla iliotibial; recuerdo que pusimos en práctica la "telefisioterapia" y que durante unos días dió resultado, pero al final ese maldito tendón pudo con sus 600kms recorridos entre enero y marzo. Son cuatro páginas de experiencias escritas en un cuaderno japonés y, a través de ellas, nos veremos todos reflejados en más de una situación. Al fin y al cabo, los corredores somos esa gran familia que esconde los miedos detrás del mentol.
El propio David conoció el momento en que su rodilla dijo basta, al terminar un entrenamiento de dos vueltas a la casa de campo (32km) y lo describe sencillamente así: Y allí, sobre el fin, durante la segunda vuelta, me sentí en paz sumergido en el fracaso. Con el resorte de llorar activado, pero también sin lágrimas en el agujero de mi propio vaciado. Quizá esa paz era el límite, el lugar en el que no había estado. En mitad del vacío.
4 comentarios:
¡Vaya que interesante descripción! siempre he pensado que términos como victoria y fracaso son bastante relativos. Apuntado queda.
Marc,
he leido que tomas, entre otras cosas, suplementos de hierros.
Que tomas exactamente? Como se llama?
Saludos
Lo de la telefisioterapia fue impresionante. Estuvimos cerca de conseguirlo. Gracias, Marc.
Muy relativos, Furacán. De hecho, el atletismo (y la maratón en particular) es el deporte estrella para medirte con un campeón del mundo, que te saque una minutada (o varias horas) mientras ty entras en meta con los brazos abiertos por tu victoria.
Lukas, tomo el Profer que es hierro granulado. Había estado antes con Tardiferon y Ferrogradumet, pero no me gustan demasiado y molestan un poco más en la barriga.
David, casi lo conseguimos, cierto. Fue una lástima.
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