martes, 10 de junio de 2008

Filípides era vikingo


Siguiendo un consejo de Ander, mi padre me regaló el libro de Jorge González de Matauco titulado Filípides era vikingo. El autor, un abogado vasco al que le gusta correr, se embarca en la aventura de correr los maratones más inverosímiles de por el norte. El denominador común de estos maratones es que se celebren en territorios donde los vikingos moraron durante algún tiempo. A saber:
  • maratón de Spitsbergen (Islas Svalbard)
  • maratón de la Isla de Man
  • maratón del Círculo Polar Ártico (Groenlandia)
  • media maratón de Alderney (Islas del Canal)
  • maratón de Aland (Islas Aland)
  • maratón de Myvatn (Islandia)
  • maratón de Torshavn (Islas Feroe)
La aventura no tiene desperdicio e incluso provoca envidia. Las carreras, totalmente populares, reúnen únicamente a gente local y para ellos resulta gracioso que un español llegue hasta esas latitudes sólo para correr una maratón. Pero no todo resulta así de bueno.

El escrito está lleno de moralinas y, dados los estudios de derecho que tiene el autor, los continuos párrafos sobre derecho y demás datos de los territorios que visita acaban por hacerse pesados. La literatura de viajes tiene este inconveniente: lo que al autor puede parecerle importante o curioso, al lector puede resultarle superfluo e incluso aburido. Es difícil encontrar el equilibrio entre revelar datos y resultar entretenido; hay que buscar la manera de causarle interés al lector con algo que aparentemente es trivial. Y no todo el mundo lo consigue.

Si se me permite una comparación, os diré que Los sótanos del Mundo cumple con creces lo que la literatura de viajes necesita: abrumar al lector con datos, historias, curiosidades e incluso vivencias personales y no hacerse pesado en ningún momento.

Aunque los relatos sobre las maratones que se incluyen en Filípides era vikingo resultan entretenidos, el balance final es de un libro pesado y aburrido que no pasa de ser anecdótico.


6 comentarios:

Ander Izagirre dijo...

Vaya, Marc, qué pena. Yo no lo he leído pero sigo teniendo ganas, tengo curiosidad porque esas tierras me atraen mucho.

Marc Roig Tió dijo...

Hacemos un trato, Ander. Vete a esas tierras y escribes un libro. Y si quieres hablar de algún filípides vikingo, me apunto a la aventura y te relato yo las carreras. Este verano tengo la agenda un poco vacía de viajes.

Furacán dijo...

A mi también me atraen esas tierras. No estaría mal el viajecito.

Marc Roig Tió dijo...

Pues ánimo, Furacán. Espero una crónica tuya si al final consigues ir.

Jorge dijo...

Hola Marc, soy Jorge, el autor del libro. Muchas gracias por leerlo y por crítica, que acepto con deportividad. Lamento que el libro no te gustara demasiado. Espero conocerte en alguna carrera perdida por cualquier rincón del mundo. Saludos y enhorabuena por el blog.

Marc Roig Tió dijo...

Hola Jorge. Gracias a ti por pasarte por el blog y dejar un comentario. Aunque no terminó de gustarme el libro sí me causó muchísima envidia todo tu proyecto; y te felicito por llevarlo a cabo. ¿Tienes pensada alguna otra aventura? Por cierto, el año pasado coincidí con Jane Holmen en Rotterdam; si vuelvo a verlo le pediré un sello de Aland.

Ánimo y bienvenido al blog. También espero que nos encontremos en alguna carrera.