La esperanza de vida en Etiopía es de 49 años, pero esta próxima noche (en España la 1:30; en Pekín las 7:30 de la mañana) un viejo de 53 correrá la maratón de los Juegos Olímpicos. Era etíope, pero en 1991 se convirtió en israelí gracias a su condición de judío; era gordo y en 1991 se convirtió en maratoniano gracias al consejo de un amigo. Es Ayele Seteng.
Desde que en los años 80 se iniciara la marcha de decenas de miles de judíos hasta Israel (donde el estado les ofrecía pasaportes si demostraban su ascendencia judía) al país de la Estrella de David le han llegado muchísimos etíopes. La mayoría de ellos no son tan famosos como Bekele o Dibaba, pero siempre hay alguna excepción. Ayele Seteng, que empezó a correr porque quería perder peso, se ha hecho un hueco en el mundo de la maratón y acapara algo de fama. Aunque él afirma que su fecha de nacimiento (1955) no es correcta, ésta ha sido el motivo de su singularidad. Es el más viejo en la prueba de maratón y ya lo fue el año pasado en Osaka, y el anterior en Göteborg, y el anterior en Helsinki, y el anterior en Atenas... Estos son, por lo tanto sus segundos Juegos Olímpicos y, a diferencia de la mayoría, a medida que suma años su nivel no disminuye: fue 20º en los Juegos de Atenas (2004), 21º en el mundial de Helsinki (2005) y 19º en el de Osaka (2007). ¿Qué conseguirá en Pekín?
El mismo Seteng afirma que sólo le da pena una cosa: "no haber empezado antes a correr". Aunque añade que "sólo hay un Haile, lo mismo que sólo hay un rey y no todo el mundo puedo llegar tan alto".
Pero no todo ha sido un camino de rosas para el "viejo" judío. Después de proclamarse campeón de Isarel de 10000m el 27 de abril (mi hermano Enric quedó 9 en esa carrera, ¿qué pequeño es el Mundo, no?) decidió ir un tiempo a Etiopía para entrenar en altitud. Y llegaron los problemas.
Se ofreció a un par de personas para ayudarles a emigrar hasta Israel, a cambio de dinero, y la policía etíope le detuvo. Pasó un tiempo arrestado y tuvo que interceder el gobierno de Israel para que le permitieran competir en Pekín, solicitud que aprobó la gendarmería etíope con la condición de que después de los juegos regresara al país africano para ser procesado.
No soy un experto en leyes de extranjería ni política internacional, pero espero que el caso se solucione favorablemente para Seteng y pueda regresar a Israel, con sus 8 hijos y su mujer; que pueda recuperar su vida monótona de dormir entre 5 y 6 horas diarias y comer lo que su mujer prepara para todos los de la casa. Porque Seteng no es un maratoniano al uso: no es quisquilloso con el dormir ni con el comer; vive como puede. Su entrenador, Yehiam Skitel, afirma que no existe ningún plan estatal para los deportistas de elite y espera (sigue esperando) la llegada de algún sponsor que permita a Seteng trasladarse a un barrio mejor y poder centrarse en sus entrenamientos sin tener que sufrir por la economía familiar.
De hecho, la calidad de Seteng es más que suficiente para obtener algún sponsor y lo demuestran las 2h14'21" que consiguió en Venecia en el 2003, pero no ha habido suerte por ahora. ¿Lo conseguirá en Pekín?
[En la foto, Ayele Seteng y mi hermano Enric pegado a su chepa después de ser doblado, en el campeonato de Israel de 10.000.]
Desde que en los años 80 se iniciara la marcha de decenas de miles de judíos hasta Israel (donde el estado les ofrecía pasaportes si demostraban su ascendencia judía) al país de la Estrella de David le han llegado muchísimos etíopes. La mayoría de ellos no son tan famosos como Bekele o Dibaba, pero siempre hay alguna excepción. Ayele Seteng, que empezó a correr porque quería perder peso, se ha hecho un hueco en el mundo de la maratón y acapara algo de fama. Aunque él afirma que su fecha de nacimiento (1955) no es correcta, ésta ha sido el motivo de su singularidad. Es el más viejo en la prueba de maratón y ya lo fue el año pasado en Osaka, y el anterior en Göteborg, y el anterior en Helsinki, y el anterior en Atenas... Estos son, por lo tanto sus segundos Juegos Olímpicos y, a diferencia de la mayoría, a medida que suma años su nivel no disminuye: fue 20º en los Juegos de Atenas (2004), 21º en el mundial de Helsinki (2005) y 19º en el de Osaka (2007). ¿Qué conseguirá en Pekín?
El mismo Seteng afirma que sólo le da pena una cosa: "no haber empezado antes a correr". Aunque añade que "sólo hay un Haile, lo mismo que sólo hay un rey y no todo el mundo puedo llegar tan alto".
Pero no todo ha sido un camino de rosas para el "viejo" judío. Después de proclamarse campeón de Isarel de 10000m el 27 de abril (mi hermano Enric quedó 9 en esa carrera, ¿qué pequeño es el Mundo, no?) decidió ir un tiempo a Etiopía para entrenar en altitud. Y llegaron los problemas.
Se ofreció a un par de personas para ayudarles a emigrar hasta Israel, a cambio de dinero, y la policía etíope le detuvo. Pasó un tiempo arrestado y tuvo que interceder el gobierno de Israel para que le permitieran competir en Pekín, solicitud que aprobó la gendarmería etíope con la condición de que después de los juegos regresara al país africano para ser procesado.
No soy un experto en leyes de extranjería ni política internacional, pero espero que el caso se solucione favorablemente para Seteng y pueda regresar a Israel, con sus 8 hijos y su mujer; que pueda recuperar su vida monótona de dormir entre 5 y 6 horas diarias y comer lo que su mujer prepara para todos los de la casa. Porque Seteng no es un maratoniano al uso: no es quisquilloso con el dormir ni con el comer; vive como puede. Su entrenador, Yehiam Skitel, afirma que no existe ningún plan estatal para los deportistas de elite y espera (sigue esperando) la llegada de algún sponsor que permita a Seteng trasladarse a un barrio mejor y poder centrarse en sus entrenamientos sin tener que sufrir por la economía familiar.
De hecho, la calidad de Seteng es más que suficiente para obtener algún sponsor y lo demuestran las 2h14'21" que consiguió en Venecia en el 2003, pero no ha habido suerte por ahora. ¿Lo conseguirá en Pekín?
[En la foto, Ayele Seteng y mi hermano Enric pegado a su chepa después de ser doblado, en el campeonato de Israel de 10.000.]
5 comentarios:
Una historia molt bona , impresionant el " yayo " a la seva edat i els temps que fâ , es per treure´s el barret . Bé aveure si pot arreclar els problemas mab el gobern d´Etiopia .
Amb això de que va començar a correr per aprimar-se em far pensar amb noi un del poble que li va passar el mateix i ara fà uns temps molt bons , no tant com aquest " vell " però deunidó.
Aquesta matinada toca veure la marató , no crec que es faci record mundial , però interessant de veure els tres primers a arribar , i veure que fà en Chema Martinez.
He visto la marathon (incluso la grabé) y el señor Seteng ha acabado 69º con 2:30:07 (ha acabado el sexto de los últimos), no esta mal para las circunstancias por las que ha pasado ultimamente,
Chema Martínez ha sido 16º con 2.14 (con esta marca hubiera sido oro en Osaka'2007), pero hemos de tener en cuenta que las condiciones en Beijing eran perfectas para la practica de la maratón (tanto q se temía la polución), nada...la noche anterior llovió , 23º de temperatura a las 7 y media , resultado : marcas buenisimas, como el record olímpico del ganador (Wanjiri de Kenia 2:06:32) y 20 hombres por debajo de 2h 15'.
Joan, suposo que et vas quedar de pedre com jo al veure el ritme que portaven. No va ser récord del món però... Llàstima que això va fer una marató poc atraient de cara al públic.
Joan 2, también yo he estado trasnochando para ver la maratón. Completamente distinta a la de Osaka y con un pronóstico muy grave: si los africanos empiezan a correr así los campeonatos, se acabaron las medallas para los blancos. Seteng... pues es otro nivel; seguro que no se esperaba una carrera así.
Y si los españoles siguen corriendo como R&R mejor pensárselo. Fue penosa la carrera de ambos, y no es cuestión de psicología de competición ni nada, se clavaron desde el primer kilómetro.
El sexteto (al mundial van seis)está absolutamente abierto para Berlín... yo no te digo ná je, je.
Gracias por la confianza, Porvenir. Yo tampoco quiero decir nada todavía; el 12 de octubre correré una maratón y allí puedo intuir si estoy en las quinielas o no. Tiempo al tiempo.
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