lunes, 7 de mayo de 2012

Una maratón pequeña, una aventura grande


Me habían invitado el año pasado pero no fui; este año me invitaron de nuevo y no me pude resistir: ayer corrí la maratón de Skopje, la capital de Macedonia.

Macedonia es un país de la antigua Yugoslavia, quizá el más desconocido de todos ellos. No sabría decir qué es exactamente lo que me atrae de este rincón, pero me gusta estar ahí. Es la tercera vez que lo visito, aunque hasta ahora me había ido más a Ohrid (que es mucho más bonita) y había dejado la capital como punto intermedio de los viajes. Pero ahora ya me conozco la capital; he dado un par de vueltas de 21kms y eso le da a uno cierta perspectiva.

En cuanto a la carrera, hay poco que decir. Me avisaron que habría un par de kenianos y al llegar a Macedonia me enteré que también había un ruso fuerte y un húngaro que ya conocía de mis carreras en Ohrid. Con esta información, yo calculaba hacer tercero y la idea, desde antes de empezar, fue conseguir esta posición.

El circuito es completamente llano (me atrevería a decir que es más llana que Rotterdam), pero el asfalto es de muy mala calidad, tiene dos giros de 180º por vuelta y la temperatura superó los 30º en todo el recorrido. Los atletas élite no tienen bebidas personales pero a cambio hay 15 avituallamientos en toda la maratón (lo habitual son 8 puntos): botellas de agua, algo de fruta y barritas energéticas.

Y ¿cómo fue la carrera? Los dos kenianos salieron fuertes; me suena que querían hacer 2h15'. Más atrás salimos un par de húngaros, el ruso y yo. Como mi idea era quedar tercero, el tiempo me importaba poco y no quería preocuparme en ningún momento de cómo iba al ritmo que iba; por lo tanto, salí sin cronómetro. Es una sensación extraña; te fijas sólo en el ritmo del grupo y la cabeza no calcula si vas a aguantar, si estás aflojando ni nada por el estilo. Es la primera vez que corro una maratón así y la experiencia me ha gustado. Pero los otros sí llevaban reloj.
Diciendo a los húngaros: "es por ahí".

Parece que al ruso nuestro ritmo no le gustaba y antes del kilómetro tres ya se había ido. En ese momento se me escapaba la tercera posición, pero era muy pronto y todo podía pasar. De hecho, gracias a los giros de 180º es muy fácil seguir los acontecimientos de la carrera: quién va delante, cómo está corriendo, cuánto te lleva... Al ruso se le veía bien, pero uno de los kenianos ya no podía seguir al otro y llevaba un correr muy pesado; era el kilómetro ocho y la cosa pintaba bastante bien.

Seguí con los húngaros, más detrás de ellos que delante, hasta cerca del 17. Allí cogí yo el ritmo y en el segundo giro vimos al ruso delante del segundo keniano; su correr seguía tosco. Pasamos le media por encima de 1h15' (sinceramente pensaba que íbamos un poco más rápido) y la segunda vuelta empezaba bien. Uno de los húngaros se descolgó y el otro no quería dar ningún relevo. En el tercer giro vimos que el keniano ya estaba muy cerca y hacia el kilómetro treinta lo adelantamos. En ese momento ya íbamos tercero y cuarto, sólo era cuestión de ganar al esprint. Pero... ¿quién quiere llegar al esprint en una maratón? Mi compañero empezaba a desfallecer y en el 36 decidí que mejor dejarlo ahora por si al final se veía con fuerzas. Le solté con facilidad pero a partir del 38 yo también estaba muy cansado y temí que me alcanzara. Luego me dijo que le habían cogido rampas; qué suerte. Los cuatro últimos kilómetros ya me sobraron; al parecer, el ruso estaba cerca y pinchando pero yo también y no pude recortarle. Hay que ver lo que se puede ganar en los últimos kilómetros si se llega con fuerza. Sólo con ser capaz de acabar los últimos cuatro a 3'30” le habría alcanzado (terminé a algo más de 4'00”), pero esto resulta muy fácil de decir y algo más complicado de hacer.
Dando un poco de espectáculo al cruzar la meta.

Total, que conseguí el tercer puesto que había previsto (resultados). 2h34' no es un resultado brillante pero tampoco es lo que buscaba. He ganado una experiencia más, que es lo que quería, y me he ganado unos euros que me vendrán muy bien para pagar las alianzas y tachar una cosa más de la lista. Y además, algunos macedonios se acordaban de mí como doble vencedor en Ohrid y me dijeron que el año pasado habían tenido problemas económicos pero que para este intentarán organizar de nuevo los 30kms el día de la independencia, el 8 de septiembre. Si es así... pronto regresaré a Macedonia pero ahora toca pensar en la pista. Tengo ganas de acercarme a mi marca (14'09”) y ojalá batirla.  

8 comentarios:

Payop dijo...

Enhorabuena por el dinerillo y sobre todo por la experiencia.

No te conozco personalmente pero me parece que eres más feliz en estas aventurillas que intentando sacar un marcón de relumbrón.

Un saludo.

Mario dijo...

Muy bien Marc. Hay que disfrutar de los 'pequeños' placeres de la vida. Correr una maraton sin reloj parece excitante pero da un poco de cangelo, no? hay que conocer el cuerpo muy bien para no pasarse de ritmo.
Ja saps, born to run.

Sebas Guim dijo...

Gran!!! Això de córrer sense rellotge ho havies entrenat? Una aposta arriscada...que et va sortir de meravella.
Enhorabona!!!

Jose Alfonso dijo...

Enhorabuena por la carrera...30ºC Bufff...vaya calor para un maraton.
Te dió tiempo de hacer algo de turismo??? Cuentanos algo del pais.

Rafa González dijo...

Enhorabuena Marc!!

Guillem dijo...

Marc, li diré al COE que si no tenen abanderat per a Londres pensin en tu, he, he. Com sempre molt interessants les teves aventures atlètiques. Ens veiem a Manresa aquest dissabte!

Marc Roig Tió dijo...

Payop, reconozco que estas aventuras son mucho más divertidas que hacer una maratón controlando el ritmo des de el primer metro, pero hay que hacerlas.

Mario, para correr sin reloj hay que saber qué quieres hacer. Yo quería quedar tercero así que me limitaba a ver qué hacían los otros (y escuchar mi cuerpo). Cuando el ruso se fue pensé que el ritmo de los húngaros me gustaba más y me quedé con ellos, sin saber ni a cuánto iba, pero sabiendo que faltaba mucho.

Sebas: entrenat, no ho havia entrenat però és com sortir a córrer sense un GPS: mai saps a quant vas, només t'ho imagines, jeje.

José Alfonso, puedes leer en mi blog los escritos anteriores sobre Macedonia, cuando corrí los 30kms de Ohrid. Allí hice un poco más de turismo, más que nada para llegar al lugar; en esta ocasión tuve poco tiempo, la madrugada del domingo al lunes ya estaba de vuelta.

Gracias, Rafa, pero yo te felicito a ti por tu última maratón de Empúries: eso es correr de libro!!!

Guillem, ens veiem dissabte i ho comentem. Abanderat... és que l'uniforme no m'agrada gaire, jeje.

Raúl Muñoz dijo...

Una altra vegada ens avises, Marc, i correm amb tu. Mirant els temps jo, que sóc un "matat" que ha aconseguit baixar de les 3 hores a Barcelona aquest any, podia haver fet podi de categoria i entrar entre els 10 primers...
Parlant seriosament, cursa intel·ligent, la teva. Bona estratègia.