lunes, 25 de noviembre de 2013

Cambiando de zapatillas

Cuatro semanas competiendo de manera consecutiva y cuatro pares de zapatillas distintos. Este mes de noviembre ha sido intenso y he tocado casi todos los terrenos (sólo me falta la pista, pero es que no hay competiciones así en este mes). 

Todo empezó con el cross de Santa Coloma, donde corrí con los clavos ASICS Cross Freak; a la semana siguiente me calcé las ASICS HyperSpeed 5 para acabar segundo en la Behobia-San Sebastián; después hice de liebre a Marta Esteban en la maratón de Valencia con las ASICS GEL-DS Racer 9; y acabé el sábado pasado disputando la Ultra Trail de Collserola (la distancia corta, la de 21km) con las ASICS GEL-FUJIFELL Racer 2 (en el enlace aparece el modelo de chica porque no he encontrado el de chico; es casi igual pero de color verde y naranja).


Este mes de noviembre ha acabado y toca dejar de competir durante varias semanas. Es el momento de entrenar, de acumular kilómetros y calidad (y altitud, porque nos vamos "al pueblo" de mi mujer). Pero os explicaré antes cómo fue la Ultra Trail de Collserola

Yo soy poco aficionado a estas carreras, pero siempre que puedo me gusta participar. La distancia, en este caso, me apetecía mucho. Eran sólo 21 kilómetros y, dentro de lo que cabe, se podía correr mucho. Tenía algún que otro tramo técnico, pero también había momentos de pista amplia y de descensos poco pronunciados. 

Quizá lo más molesto para un atleta como yo era lo del material obligatorio. Según la organización, teníamos que llevar un chuvasquero con capucha, un bidón o bolsa de agua, un vaso (en los avituallamientos sólo se ofrecía el contenido, no el continente) y el móvil. Lo del chuvasquero lo solucioné colocándomelo (por suerte hacía fresquito) y tanto el bidón como el vaso eran de juguete. Por suerte no ponían ningún tamaño mínimo así que cogí de casa un bote de plástico de los de llevar colonia (unos 100ml) y un vasito de color azul para niños (tamaño chupito). El móvil, qué remedio, lo llevé en el bolsillo del chuvasquero.

En una carrera de 21 kilómetros a ritmo alto pero no agónico, no me hace falta beber. Es algo parecido a un entrenamiento y ya beberé cuando llegue a meta, como así hice. En el avituallamiento del kilómetro 10 aproveché para cambiar el ritmo y distanciarme de Alex Martínez, con quien hice la primera parte del recorrido.
Recién llegado a meta (Foto: RunInAfrica)

Llegué a meta en 1h41'18", corriendo a menos de cinco minutos el kilómetro. Donde no llegué, en cambio, fue a la entrega de trofeos. Aproveché el sábado para hacer un montón de recados por Barcelona y cuando me dirigí a Can Caralleu de vuelta para la entrega de trofeos, descubrí que acababan de citarme. Esperaba tener suerte y que empezaran por las categorías de veteranos, o que se retrasaran o poco o cualquier otra excusa, pero la organización demostró que sabe hacer las cosas bien y cumplió con su horario. Y yo me quedé sin subir al podio. ¡¡Mecachis!!

En resumen, una carrera muy bien organizada (sólo en el tramo final hubo un pequeño lío con el marcaje, nada más) y un ambiente estupendo. Os la recomiendo a todos, de verdad. Y si os atrevéis, corred la larga que me han dicho que mola mucho más.

2 comentarios:

Sebas Guim dijo...

Ets un tot terreny!!! Enhorabona. I ara, al canvi de xip.

Marc Roig Tió dijo...

Gràcies, Sebas. Es fa el que es pot, jeje. Tu també vas competir bé, no? Llàstima no veure'ns.