Muchos de los lectores de este blog conocen también el de mi hermana; algunos incluso han llegado al mío a través del suyo. La siguiente historia les sonará a todos ellos pero la copio aquí por si alguno no la había leído:
Hoy hay que decirlo:
Gracias a Dios, era la hora del café para los ocupantes de la oficina que se incendió.
Gracias a Dios, Liège no había llegado al aparcamiento cuando estalló la bomba.
Gracias a Dios, Eugenia y su futuro hijo ya habían salido del aparcamiento cuando estalló la bomba.
Gracias a Dios, la madre que pensaba amamantar a su bebé en uno de los coches que se calcinaron decidió ir a enseñar su retoño a las compañeras.
Gracias a Dios, Loren y María dejaron el coche media hora antes de la detonación.
Gracias a Dios, no había nadie sentado en los ordenadores de la secretaría de comunicación cuando reventó la ventana.
Gracias a Dios, Ana decidió no aparcar su coche al lado de la bomba.
Y gracias a Dios por toda la gente que no conozco pero que no estaba allí.
Por todo eso, porque no puede ganar el odio, doy gracias a Dios.
Mi hermana Mònica está estudiando el doctorado en la Universidad de Navarra y, gracias a Dios, la bomba sólo afectó su coche.
Hoy hay que decirlo:
Gracias a Dios, era la hora del café para los ocupantes de la oficina que se incendió.
Gracias a Dios, Liège no había llegado al aparcamiento cuando estalló la bomba.
Gracias a Dios, Eugenia y su futuro hijo ya habían salido del aparcamiento cuando estalló la bomba.
Gracias a Dios, la madre que pensaba amamantar a su bebé en uno de los coches que se calcinaron decidió ir a enseñar su retoño a las compañeras.
Gracias a Dios, Loren y María dejaron el coche media hora antes de la detonación.
Gracias a Dios, no había nadie sentado en los ordenadores de la secretaría de comunicación cuando reventó la ventana.
Gracias a Dios, Ana decidió no aparcar su coche al lado de la bomba.
Y gracias a Dios por toda la gente que no conozco pero que no estaba allí.
Por todo eso, porque no puede ganar el odio, doy gracias a Dios.
Mi hermana Mònica está estudiando el doctorado en la Universidad de Navarra y, gracias a Dios, la bomba sólo afectó su coche.
11 comentarios:
Definitivamente, gracias a Dios.
Saludos!
ostres !! ja pot dir gracies a deu
Sí, am: gracias a Dios.
Joan, et perdono l'accent de "gràcies" però fixa't que no és el mateix dir "a Déu" [=a Dios] que "a deu" [=a diez]. Una abraçada!
Si noi ! quina errada , ja estaré mes
alerta .
No lo sabía. Vaya susto!
Me alegro que no le haya pasado nada. Los daños materiales al menos se pueden arreglar.
Un abrazo a los 2
Don't worry, Joan, jeje.
Gracias Furacán. Los daños materiales ya están en el taller, jeje.
gracies a Déu.
Rompiendo moldes, gracias porque la vida es bella. Y lo q no es bello no es de Él.
bona nit desde Valencia
Hola Fón; bienvenido al blog. Espero que lo disfrutes y te animo a seguir también el de mi hermana (que es mucho más entretenido, jeje).
Y saludos a Valencia!
Gracias a vosotros, seguidores de las peripecias atléticas de mi hermano -y padrino de Joana-, por vuestros mensajes.
No te digo nada porque cualquier cosa es poco ante eso, habitualmente hablamos de cosas intrascendentes pero esta vez no. Me alegro.
Gracias Por venir (jeje).
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