martes, 10 de noviembre de 2009

Menudo fin de semana en San Sebastián (II)

Como ya avisaba ayer, los truenos nos despertaron pasadas las cinco de la mañana. Las habitaciones de la cuarta planta del hotel San Sebastián tienen terraza, pero no pudimos ni asomarnos; al horizonte, a ratos, dejábamos de ver el Atlántico por la densidad de la lluvia. Y seguimos durmiendo hasta las siete y media, cuando bajamos a desayunar.

Poco más allá de las ocho anduvimos hasta la estación de tren. Un servicio especial conectaba San Sebastián con Irún, donde unos autobuses lanzadera nos acercaban a Behobia. Y aunque todavía no habíamos corrido, se respiraba mucha humanidad; varios atletas vestían bolsas de basura, el mejor chubasquero desechable nunca inventado y que nosotros no teníamos.


Nos dedicamos a seguir a la multitud; la zona de la salida iba convirtiéndose en caótica por momentos. Un camión recogía las bolsas de los corredores; la lluvia daba un momento de tregua y el frío ponía la piel de gallina; calentamos arriba y abajo una calle poligonal; nos hicimos una foto con la bandera de la Real (todavía ahora no sé por qué) y sonó el disparo de la salida.

El viento soplaba de cara y la creencia popular promulgaba que soplaría de cara durante los 20km. Los grupos se hacían y desacían cada pocos segundos; todos los atletas buscaban rebufos; Chema jugaba a los abanicos con sus dos compañeros del primer kilómetro... Atrás tiraba Rafa Iglesias y un larguísimo rosario le seguíamos, un rosario que iba perdiendo cuentas. Roger Roca cedía un par de metros y varios le adelantamos; Martín Fiz perdió el enlace con Rafa y tanto Asier Cuevas como yo le adelatamos. Y Rafa seguía a la aventura y yo me fui a por él; lo conseguí, pero el ritmo era demasiado alto para mí: iba a la caza de Chema. No habíamos recorrido ni dos kilómetros.


Cayó piedra, llovió a mares, sopló el viento y se calmó el día. Rafa atacó a Chema antes de coronar el Alto de Gaintxurizketa. Un motorista me cantaba las referencias con el dúo de cabeza mientras yo le preguntaba cómo iban los de atrás. Me perseguía un grupo de siete, a veces a veinte segundos, a veces a cuarenta. El público no paraba de animar, me decían que Chema estaba ahí delante, que lo tenía a tiro y yo sólo me preocupaba de saber si los de atrás se acercaban o se alejaban. Por ahora se alejaban.


Y llegué a Lezo. Ander suele ver la Behobia desde allí, buscando entre la muchedumbre a todos sus amigos (hasta que se marea con la marea humana y se va a casa). Para evitarle ese estado, le aseguré que pasaría de los primeros, de los que no mareamos. Y le vi en la parte derecha de la carrera, con su abrigo del Tour de Francia; y me acerqué a él para chocarle la mano mientras me gritaba que estaba haciendo un carrerón y que bien me merecía una txapela "así de grande" (mientras separaba los brazos tanto como se lo permitían los hombros).


Cada vez faltaba menos y las fuerzas se me agotaban. Buscaba los carteles de los kilómetros con deseperación mientras calculaba que si llevaba más de medio minuto a los perseguidores, era casi imposible no quedar tercero. A Chema hacía rato que no le veía, pero me daba igual. Mi única preocupación a partir de ahora era llegar al puente del Kursaal y poner buena cara, porque Sergio me estaba esperando allí con su cámara. Y lo intenté, pero unos segundos antes se enfureció de nuevo la naturaleza; tanto, que en el puente sólo quedamos Sergio y yo:



Y aquí acaba la crónica de la carrera, la mejor que he corrido nunca: la Behobia-San Sebastián. Supongo que a partir de ahora será una clásica de mi temporada y, como dije hace pocos días, seguiré entrenando y mejorando para conseguir la txapela, ahora que ya sé todo lo que significa.



[Esta última foto es de DJMARY; tenéis muchas más de la carrera en http://www.fotorunners.es/]

11 comentarios:

mòmo dijo...

Esta crónica está incompleta. Mucho yo perseguía a tal, y cual me perseguía a mí, pero de lo importante, nada. En el puente, además de Sergio y su cámara y Marc y su empuje, estaban Hono y Juan refugiados debajo de una palmera, animando. Y antes de esa cara de felicidad en la llegada, en lo más recio del temporal, estaban tu padre, tu hermana y tu ahijada, empapados, gritando como alma que lleva el diablo. Tu madre intentó correr mientras te animaba, pero lo impidió una valla, o una persona, no sé; algo grande, en cualquier caso, porque sino, no la paran. Besos.

Sergio dijo...

Marc, te mereces una txapela de aquí a Sant Pol; te leo y siento escalofríos (por la emoción y por el temporal).

Marc Roig Tió dijo...

Bueno, Mòmo tiene razón. Antes de empezar el puente vi a Hono y Juan (con una cara de frío, el pobre) gritando y animando mientras se empapaban de arriba a abajo. A mi madre se la llevó el viento (la vi poco antes del 19 y quiso seguirme un rato, hasta que llegamos a la playa y un vendaval casi la tira; se fue por una calle interior y no vio nada más). Y a Mòmo, mi padre y Joana, pues ni les vi ni les oí, pero no dudo que estaban en la recta final, mojados y animándome.

Sergio, será por el temporal. En Sant Pol también empieza a hacer frío.

Rafa González dijo...

Muchísimas felicidades Marc! Impresionantes las fotos, la primera llena de sufrimiento y la segunda llena de felicidad! ¡qué grande es este deporte!. Me alegro mucho de tu triunfo, no veas lo famoso que te has hecho, sales por todos sitios...jeje

Dani Pérez dijo...

Bien Marc, enhorabuena de neuvo, tiene que ser estupendo. las fotos espectaculares, como seguro espectacular estaba el día. Un abrazo

Pablo Sánchez dijo...

Felicidades Marc por tu actuacion sobresaliente en la behobia. A ver si un año la corro!!! Ahora toca Canillejas

Marc Txapeldum. Zorionak

Furacán dijo...

Mòmo tiene razón, como se te ha podido olvidar poner eso. Vaya fotazas, sin duda un día para recordar.

Marc Roig Tió dijo...

Gracias, Rafa. Después del sufrimiento vino la alegría por el resultado.

Gracias Dani. El día fue espectacular, pero sólo en algún sentido, jeje.

Pues que vaya bien Canillejas, Pablo. Últimamente hay muchísimo nivel; mi marca de 10k en ruta es de allí.

Furacán, olvidé contestarte en el otro post: la dieta del corredor, siempre se puede permitir unos excesos, ¿no? Y ¡¡¡qué fotos!!! La primera ya la tengo en grande en casa, a punto de colgarla en la pared.

NaCaVi dijo...

Moltes felicitats Marc!!! Guapíssima la foto!

Ander dijo...

Txapeldun!!

am dijo...

Felicidades, número 10!