El domingo pasado se celebró la maratón de Beirut (mañana hablaré de ella) pero yo no fui; yo corrí el cross de Castellar del Vallès. El motivo es muy simple: en Beirut no regalan jamones al ganador.
Después de unas semanas entrenando y de correr el cross de Arenys hace 15 días, ahora tocaba una nueva etapa. Me gusta el estado de forma que voy alcanzando y creo que podré correr la media maratón de Granollers con marca personal. Pero lo importante es que se acerca la Navidad y llegar a casa con un jamón bajo el brazo hace que te reciban con una sonrisa más amplia que de oreja a oreja (os lo aseguro).
Pero el récord de premio sigue ostentándolo mi madre. Hace varios años, en la media maratón de Barbastro, ganó en la categoría sénior y en la de veteranas. Es decir, tenía todo el lote de premios por duplicado que se traduce en... 2 jamones, 24 botellas del Somontano, 2 longanizas, varias cajas de turrón, frutos secos, espárragos, etc., etc., etc.
Encontraréis más fotos de la carrera aquí.
PD: y lo más importante es que el jamón no tiene gluten.
7 comentarios:
¿crisis? ¿qué crisis? Así es como hay que surtir la despensa.
Sí, pero no tardes mucho en venir a casa a comer que con la excusa de que no tiene gluten...
Tienes razón, el jamón está muy bien pero lo de tu madre lo supera todo. Como se apañó para llevarlo todo? ya sólo las 24 botellas...
Furacán, por aquellos tiempos teníamos una Chrysler y cabía de todo, jeje.
Molt bé Marc , aquesta medalla si que la vas mossegar jeje..
Mmmm... me gusta el jamón.
Sí, Joan. Está ben mossegada aquesta medalla, jeje.
Y yo digo aaaaaammmmmmm... a mí también me gusta! Jejeje.
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