Ya van dos medias maratones después de los 42 kilómetros de Barcelona; la de Calella, para revalidar el título de campeón de Catalunya; la de Azkoitia, para disfrutar del atletismo en el país vasco. Ahí todas las carreras gozan de un atractivo especial por el calor del público; no todas pueden contar con la participación de la Behobia, pero incluso la más humilde consigue reunir en las calles a los habitantes de la población organizadora. Y esa es la gran falta que sufre el atletismo en el resto del territorio español.
La lista de participantes era de lujo. Muchos maratonianos que en las próximas semanas tomarán la salida en Rotterdam, Viena, Hamburgo o Madrid; muchos maratonianos que esperaban encontrar buenas sensaciones en su test antes de su gran día. Y más o menos así fue. Las marcas no fueron tan brillantes como el año anterior. A un circuito rápido y favorable, le fastidió un viento en contra que sin ser fuerte era muy molesto. Y se notó.
Yo quería repetir la marca de Calella y conseguir el bono de 400€ por correr en menos de 1h06'30", pero afortunadamente descubrí pronto que sería demasiado difícil -o imposible- por lo que decidí quedarme con el de 300€ (menos de 1h08'00"). Cuando sólo llevaba tres kilómetros recorridos empecé a aflojar y a esperar a que el grupo de Asier Cuevas me alcanzara. Juntos recordamos anécdotas de la maratón de Amsterdam, cuando conocí a Asier y sus compañeros Ramón e Ibón.
Pasaron los kilómetros y de Azkoitia pasamos a Azpeitia; el santuario de Loyola quedó a nuestro lado en un par de ocasiones. Recordé la visita que por la mañana había hecho con Mòmo y Joana a la casa natal de San Ignacio y todo lo que aprendí ahí sobre la vida del santo: su conversión, sus viajes a Barcelona, Montserrat y Jerusalén y su enorme legado; su caridad.
Y me acercaba al final. A partir del kilómetro 17 o 18 vi claro que conseguiría el bono; lo importante era no perderlo: calcular el ritmo adecuado y, pensando en el bienestar de las piernas, no gastar fuerzas innecesarias. Crucé el arco de meta en 1h07'51" y en 15ª posición, demostrando que la media maratón de Azkoitia-Azpeitia es de las buenas, de las que consiguen reunir a un buen plantel de atletas.
Toda la información de la carrera, en su página web.
PD: la foto, de una lectora que me animó durante la carrera y terminó invitándome a un chocolate con churros.
6 comentarios:
Lo del viento en contra es una buena información ;-) je je je
Un abrazo y cuídate esas piernas!!!
Vaya que suerte, a ver si alguna lectora acaba invitándome a mi también! jaja
Pese al viento en contra un buen tiempo, todo el mundo habla bien de esa media, por algo será.
Hay que ver como te encantan los chocolates con churros Marc,asi estas luego hecho un toro.
Felicidades por esa carrera y esa marca que con viento en contra vuelve a dejar a las claras tu gran nivel de forma.Que nivel habia no??,en la mayoria de las medias del resto de España con esa marca habrias quedado entre los 5 primeros.
Un abrazo y sigue aprovechando tu gran momento,sigue disfrutando.
Markku txapeldun!! Pero qué maja la lectora que te animo, no? Veo que estás creando un club de fans en Donosti...
Hola marc , novament felicitats per la marca, però a veure si petaras? quant toca descans?
Una abraçada
Joan Pera
Sí, Pablo. Las marcas no pudieron ser como la de Nimo del año pasado, pero los maratonianos están en forma.
Todo llegará, Furacán, todo llegará (además ahora sales en los periódicos, jeje).
Qué razón tienes, Maratonman, aunque no es lo único que me gusta. Por la noche no le dije que no a nada de lo que nos sirvieron en la sidrería.
Anónimo... maja, majísima; te lo digo yo.
Joan, ara toca descansar una miqueta durant la Setmana Santa.
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